Urge sentar las bases para una hegemonía democrática
El objetivo no debe ser eliminar al oponente, sino establecer antagonismos que compitan dentro de un marco legal e institucional
Ante la crisis que vive la hegemonía neoliberal que ha dominado el mundo durante las últimas décadas, la filósofa y politóloga belga Chantal Mouffe propone un populismo de izquierda que contribuya a radicalizar la democracia.
La académica de la Universidad de Westminster de Londres, una de las filósofas políticas más importantes de la actualidad, ofreció una conferencia magistral ante decenas de universitarios y público en general en la Sala Miguel Covarrubias. Democracia, Conflicto y Hegemonía: ¿Cómo Transformar un Régimen en la era de la Pospolítica? fue el título de la charla organizada por Cultura UNAM y el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, y en la que la ponente estuvo acompañada por los titulares de estas instancias, Jorge Volpi y John Ackerman, respectivamente.
“El populismo no es una ideología ya que no tiene un contenido programático específico y, por tanto, tampoco es un régimen. Un movimiento populista trata de crear una voluntad colectiva que permita una ruptura hegemónica, contribuirá con el fin del modelo anterior, a erosionarlo”, comentó Mouffe, para quien la crisis del neoliberalismo abre dos posibilidades, por un lado, la de las soluciones autoritarias del populismo de derecha y, por el lado contrario, una propuesta de izquierda que ayude a fortalecer la democracia.
Democracia agonista
La autora de obras como Hegemonía y estrategia socialista y Por un populismo de izquierda comenzó su charla con una explicación de los conceptos que guían su pensamiento. Ella es partidaria de una democracia agonista que, dijo, significa reconocer que en política siempre existirán los conflictos y no hay soluciones racionales que permitan poner a todos los participantes de acuerdo. El objetivo, entonces, no debe ser eliminar al oponente, sino establecer antagonismos que compitan dentro de un marco legal e institucional.
“Lo político es un sitio donde siempre hay conflicto. Reconocer la posibilidad del antagonismo permite encarar el desafío de la democracia. Una de las principales tareas en la política es jugar este antagonismo potencial sin llegar a la guerra civil. Hay que aceptar la creación de instituciones que cuando el conflicto se manifieste no sea una confrontación amigo-enemigo, sino entre adversarios. El antagonismo no puede desaparecer, pero podemos domesticarlo, sublimarlo, aceptar el conflicto como legítimo.”
Otro concepto central de su pensamiento es la importancia de los afectos en la acción política, pues son éstos “los que hacen que una persona se mueva en una dirección y no en otra”. Retomando la idea de Spinoza sobre que el deseo es lo que hace actuar a la gente, mencionó que los afectos comunes determinan las identidades políticas y la posibilidad de su transformación.
Los movimientos de izquierda, agregó, tienen una incapacidad para reconocer el papel crucial de la movilización de las pasiones en la política por no salirse de su marco racionalista, y esta falta de comprensión es una de las razones por las que es incapaz de aprender la dinámica de la política.
“Creo que los partidos populistas de derecha entienden mucho mejor esa dimensión y eso explica su éxito creciente”, explica.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, Jorger Volpi pidió a Mouffe un comentario sobre el gobierno mexicano actual, en particular las diferencias entre las promesas de campaña y algunas de las acciones que se están implementando.
La especialista dijo que el objetivo de un movimiento populista de izquierda al llegar al poder debe ser crear las bases para que se desarrolle una nueva hegemonía, pero siempre dentro de una batalla democrática.
“Se trata de romper con un cierto tipo de lógica y de empezar a poner en marcha otra. Es evidente que no se puede cambiar de un día para otro, pero sí es posible pensar en dónde se atacará y crear las bases para un proyecto distinto que permita radicalizar la democracia”, dice.
John Ackerman aclaró que lo fascinante de la idea de populismo que ofrece Chantal Mouffe es que revitaliza y dinamiza la división de poderes. “Es el populismo prodemocrático”.
Otros temas de los que habló fueron los movimientos feministas, de los que expresó deben articularse con otros grupos subordinados para que su proyecto sea realmente emancipador; de la polarización en las redes sociales, en la que no participa porque no le parece que fomenten un debate agonista; y del papel del arte en la construcción de los nuevos frentes hegemónicos.
(Con información de Gaceta UNAM)