Trump ataca credibilidad de mujer que acusa al juez Kavanaugh
La mujer que con su acusación de agresión sexual amenaza con derrocar al candidato de la Corte Suprema de Donald Trump rechazó un ultimátum el viernes para testificar en el Senado luego de que el presidente estadounidense la atacara al asegurar que su versión no podía ser cierta.
La batalla sobre el destino de la candidatura de Trump para colocar al juez conservador Brett Kavanaugh en la Corte Suprema parecía estar acercándose a su final, aunque no estaba claro si la mujer testificará.
Christine Blasey Ford, una académica experta en psicología de 51 años, afirma que Kavanaugh, de 53, la agredió sexualmente en una fiesta a principios de la década de 1980, algo que el magistrado niega.
El líder del comité judicial del Senado anunció que se realizará una votación de confirmación el lunes, a menos que Ford acordara antes del viernes a las 22H00 (02H00 GMT del sábado) testificar en los próximos días.
«Presento un aviso de una votación para el lunes en caso de que los abogados de la Dra. Ford no respondan o la Dra. Ford decida no testificar», dijo el presidente del comité, Chuck Grassley, en un comunicado.
Sin embargo, Ford rechazó la fecha límite impuesta por Grassley para aceptar sus términos para la audiencia.
Los abogados de Ford pidieron en un comunicado emitido por la CNN un día más para responder, y volvieron a tildar de «arbitraria» la fecha límite.
«Su único propósito es intimidar a la Dra. Ford y privarla de la capacidad de tomar una decisión considerada … Nuestro petición es que se le conceda un día adicional para tomar su decisión».
Ford exige testificar el jueves y poder llamar como testigo a un hombre que, según ella, estuvo presente durante el asalto. Peticiones que líder republicano del comité rechazó.
Pero el viernes por la noche, en un tuit dirigido directamente a Kavanuagh, Grassley dijo que había dado a Ford más tiempo para decidir.
«Juez Kavanaugh, acabo de conceder otra extensión a la Dra. Ford», escribió, y agregó que Ford debería decidir «para que podamos avanzar».
«Quiero escucharla. Espero que lo entiendas», agregó. «No es mi enfoque habitual ser indeciso», concluyó.
Presión presidencia
Después de varios días de mantener una postura relativamente neutral, Trump se puso los guantes de combate el viernes y declaró que no podía creer la acusación de Ford.
La postura agresiva mostró el temor de Trump, al que se le acaba el tiempo para confirmar a su nominado, lo que le daría una mayoría conservadora en la Corte Suprema los próximos años, antes de las elecciones de noviembre, cuando los republicanos se arriesgan a perder el control del Congreso.
Según Trump, el hecho de que Ford permaneciera en silencio hasta ahora muestra que el incidente nunca ocurrió. Una postura contraria a la de los expertos, que aseguran que es la reacción típica de las víctimas de agresión sexual, temerosas de explicar lo sucedido.
«Yo no tengo ninguna duda de que si el ataque contra la doctora Ford fue tan terrible como ella cuenta, entonces se habrían presentado cargos de manera inmediata con las autoridades locales encargadas del cumplimiento de la ley», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter. «¿Por qué alguien no llamó al FBI hace 36 años?».
Los mensajes de Trump no gustaron a la senadora republicana y miembro del comité de justicia, Susan Collins: «Me horrorizó el tweet del presidente», dijo a los medios estadounidenses.
«Sabemos que las denuncias de agresión sexual son algunos de los crímenes menos denunciados que existen. Por lo tanto, pensé que el tuit del presidente era completamente inadecuado y equivocado».
En Twitter la etiqueta #WhyIDidntReport ganó fuerza y decenas de miles de personas se solidarizaban con Ford y muchas mujeres contaban sus experiencias de abuso y de silencio.
Los republicanos están frustrados porque consideran deliberado que la acusación de Ford saliera a la luz en el último momento del proceso de nominación, y acusaron a los demócratas de tratar de evitar que el proceso termine antes de las elecciones de noviembre.
Los demócratas, por su parte, critican que los republicanos quieren llevar a Kavanaugh a la Corte Suprema mientras aún controlan la legislatura.
Kavanaugh ha aceptado reiteradamente testificar ante el Comité Judicial del Senado, dirigido por los republicanos, porque quiere limpiar su nombre.
Mientras el juez ha visto como su nombramiento se ha transformado en una lucha por su reputación, Ford se ha visto arrojada al ruedo de una lucha política de Washington
Los abogados de la académica aseguran que la vida de su clienta se ha desmoronado, ya que ha recibido amenazas de muerte y se ha visto obligada a abandonar su casa.
(Con información de AFP)