Tener amistades de distintas edades para envejecer feliz
¿Te estás sintiendo viejo? ¿Te da miedo envejecer? Para muchos, llegar a la vejez es un motivo de temor. Esta etapa de la vida se asocia con las enfermedades, la soledad o la falta de actividad.
Sin embargo, algunos adultos mayores dicen que a partir de los 60 es cuando han tenido vidas más tranquilas y felices.
«Me gusta ser vieja porque tengo tiempo para hacer lo que más me gusta: cocinar y cuidar a mis plantas. Algunos fines de semana también cuido a mis nietos», explica la mexicana María Elena González, de 72 años, de los cuales trabajó 25 en un banco.
«Hace poco me inscribí a una clase de baile y a diferencia de cuando era joven, ahora no me importa si lo hago bien o mal, lo importante es distraerme un rato y pasarla bien».
En mayor medida que los jóvenes, las personas mayores «deciden enfocarse y disfrutar más en los buenos tiempos», según el estudio Mood Regulation in Real Time (Regulación del ánimo en tiempo real) del doctor Derek Isaacowitz.
El paso del tiempo y las experiencias dan a las personas más recursos emocionales que les ayudan a recuperase más rápido de las adversidades, dice.
BBC Mundo entrevistó a dos expertos que dan consejos para envejecer de la mejor manera. Los dos hacen hincapié en que cada persona debe consultar a su médico para atender sus necesidades específicas y que logren mantener su cuerpo y su mente de la mejor manera posible.
También, recomiendan tener un plan financiero que ayude a alcanzar la seguridad económica para que la falta de recursos para las necesidades básicas no sea una preocupación.
Pero también dan algunos consejos que todo adulto mayor, o todo el que quiera tener una vejez feliz, podría hacer para mejorar su calidad de vida.
La doctora Gayatri Devi, directora de la clínica Park Avenue Neurology, en Nueva York y autora del libro, «The spectrum of hope: An optimistic a new approach to Alzheimer’s disease and other dementias» («El espectro de la esperanza: un nuevo acercamiento al Alzheimer y otras demencias»), da las siguientes recomendaciones.
1. Mantener una buena actitud
«Deja de fruncir el ceño y comienza a sonreír. Ríe fuerte, a carcajadas. Diviértete con cosas simples como un cachorro jugando, un sombrero raro, un chiste». Dice que esto aumenta los niveles de endorfinas (que tienen un efecto analgésico y de bienestar) y serotoninas (que ayudan contra la depresión), además de reducir el cortisol (que se segrega como respuesta al estrés).
«Tengo una muy buena amiga de 84 años, muy exitosa y conocida internacionalmente. Viaja mucho, tiene un grupo muy interesante de amigos y siempre está de buenas. Una vez me quejé de estar cansada. Me dijo que si disfruto lo que hago no debería quejarme. Ser feliz es mucho cuestión de actitud y de celebrar lo que uno hace», dice Devi.
2. Sentadillas y probióticos
Mantente activo físicamente. La neuróloga recomienda hacer diez sentadillas diarias, cada una de una duración de 10 segundos. «Esto dará fortaleza a tus músculos pélvicos, lo que ayudará a prevenir caídas y fracturas».
Añade probióticos y vitamina D a tu dieta. Ayuda a mantener el estómago y los huesos en buenas condiciones. Comprueba la densidad de tus huesos y si tienes problemas, arréglalos. «Tu cuerpo cuelga de tu esqueleto como la ropa cuelga de un gancho», dice.
Imagen de prohibido usar el celular.Derechos de autor de la imagenGETTY
3. Desconectarse, no hacer planes
Cuando salgas con amigos mantén tu celular apagado. Esto mejora los vínculos emocionales y la sensación de bienestar. Además, incrementa la oxitocina (conocida como «la hormona de los vínculos emocionales») y reduce los niveles de catecolaminas (asociadas al estrés y la obesidad).
Duerme y despierta sin alarma al menos un fin de semana cada mes. «Eso ayudará a perder peso, reduce el riesgo de depresión y aumenta la memoria», dice Devi.
Deja dos tardes a la semana sin planes, esto reduce los niveles de cortisol.
4. Hacer las cosas que amas
Los adultos mayores suelen tener más tiempo libre y esta es la oportunidad para realizar las actividades que les brindan felicidad. «Si es posible, cámbiate a un trabajo que amas», dice la neuróloga.
La doctora cuenta la historia de un abogado de 88 años que cambió de firma porque ya no estaba satisfecho con la que había trabajado en los últimos 20 años.
«Cuando le dije que me sorprendía que hiciera esas cosas a esa edad, me respondió: ‘Nadie sabe cuánto va a vivir ¿Por qué no querría yo vivir lo más pleno y feliz posible? Una de las mejores cosas de envejecer es que ya no se tiene tanto miedo al fracaso».
El doctor Daniel B. Kaplan, profesor asistente de la Universidad Adelphi de Trabajo Social, en Nueva York, da otras claves para mejorar el bienestar emocional ante la vejez.
5. Encontrar apoyo
«Una difícil realidad es que mucha gente llega a la vejez con enfermedades crónicas. Ansiedad, depresión, aislamiento y abuso de sustancias son problemas reales que afectan a muchos», asegura Kaplan. Pero pueden superarse o disminuir con apoyo, asegura. «No debes tener vergüenza de sentirte mal cuando estas enfermo».
Para los que tienen problemas de estrés, soledad, o tienen dependencia de los efectos del alcohol, medicamentos o drogas, la situación puede mejorar o empeorar, dependiendo de si encuentran y aceptan ayuda.
«Habla con tu familia y amigas de lo que te molesta, pide ayuda a tus doctores o a los trabajadores sociales y psicólogos. Haber sobrevivido las dificultades de la vida por seis o siete décadas es un logro. Y los próximos 20 o 30 años deberían estar definidos, de ser posible, por el júbilo, la compañía y la paz. Encontrar soporte es un paso necesario para ello»
6. Buscar satisfacción
En todas las etapas de la vida estar satisfecho pasa por sentirse bien en los diferentes roles sociales que jugamos. «Dependiendo de la plenitud que cada persona sienta en esos papeles que juega, la persona percibirá su propio valor».
Los adultos mayores deben seguir cultivando esos roles, como cónyuge, amigo, hermano, padre o abuelo. Pero también pueden buscar nuevos roles, como por ejemplo un voluntariado, hacer compañía a algún vecino solitario, o incluso un nuevo trabajo que le proporcione un ingreso. «Estar activo en distintos roles es muy bueno para la estimulación intelectual y social, además ayuda a la realización emocional».
7. Formar conexiones
No dependas de pocas relaciones cercanas. Trata de encontrar grupos de gente con los que te guste pasar tiempo y asegúrate de mantener esas conexiones. Una vida social previene el aislamiento, ayuda a la formación de relaciones significativas y construye una red de seguridad de gente que se preocupa por ti y que estará a tu lado en tiempos de enfermedad o tristeza.
Kaplan cuenta la historia de un anciano que estaba muy solitario y que no se estaba cuidando apropiadamente y para el que lograron que un asistente social le ayudara con las tareas del hogar y con su cuidado. «Pero cuando realmente mejoró fue cuando empezó a ir, en el transporte especial, a un centro de día para adultos. Empezó a pasar tiempo con otra gente y eso le dio alegría», dice Kaplan.
Un día se cayó en el baño de su casa cuando estaba solo. Sus amigos en el centro preguntaron a los trabajadores sociales por qué no había asistido. Tras una llamada que no contestó, un trabajador social fue a su casa y lo encontró tirado. «Se recuperó y estuvo bien a largo plazo, pero pudo haber sido muy diferente. Si esto hubiera pasado antes de que tuviera una red de apoyo, nadie se hubiera enterado», cuenta.
Un consejo es tener amigos de distintas edades que aporten diferentes cosas a tu vida.
La doctora Devi añade: «Es bueno tener amigos de distintas edades, al menos uno en cada década de la vida». Eso hace las interacciones más interesantes y diversas, con distintas formas de interactuar. También ayuda cuando los amigos más grandes van muriendo. Si bien, las pérdidas son irreparables, al menos no se van quedando solos porque las amistades más jóvenes siguen ahí.
Además, los amigos más jóvenes pueden ayudar a mantenerse al día en cosas como la tecnología. Y los más grandes pueden compartir su experiencia en otros aspectos, lo que les puede hace sentirse más útiles y satisfechos.
«Hay varios componentes para tener una vejez más o menos feliz, pero uno muy importante es la actitud», asegura Devi. Es bueno recordar que envejecer es un privilegio.
(Con información de BBC Mundo)