Tecnología abraza a adultos mayores en su vida diaria
Estudio en colaboracón don UNAM indica que 58.1% de ancianos participó en videollamadas, sesiones virtuales y chats en redes sociales recientemente
Durante la pandemia, las personas mayores están estableciendo estrategias selectivas con la tecnología para optimizar y compensar el aislamiento. Les ayuda a mantener sus vínculos sociales y reconectar con sus amistades y familia.
Con apoyo de generaciones más jóvenes, están haciendo videollamadas, sesiones virtuales y chats en redes sociales, demuestra un estudio de la UNAM realizado con la Universidad de Stirling, Escocia, y colegas del Instituto Metropolitano de Gerontología de Calcuta, India.
“La tecnología está auxiliando a las personas mayores. Están ocurriendo nuevos vínculos sociales para reconectar a la población”, afirmó Verónica Montes de Oca Zavala, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez.
Por otra parte, destacó que con la pandemia, las personas mayores están recibiendo actitudes proteccionistas, excesivamente paternalistas y hasta punitivas por parte de sus propias familias, en este afán de protegerlas de la Covid-19, pues se valoró como el grupo más vulnerable. “Muchas familias comenzaron a sobreproteger a las y los mayores, a tal grado que se propició un aislamiento y un deterioro de las redes de apoyo social con las que contaban”.
Pero también hubo asistencia familiar para usar la tecnología, la cual ayuda a crear nuevos vínculos sociales y reconectar a la población, dijo Montes de Oca. “Fue un desafío, y muchos aprendieron a utilizarla y fortalecieron nuevos vínculos intergeneracionales con hijos y nietos”, muestra el estudio.
En el análisis, 58.1 por ciento de las personas mayores usaron celulares en los últimos tres meses, y 25 por ciento usaron Internet, en ese mismo periodo, en promedio 2.4 horas al día.
“Lo que estamos viendo son nuevas formas de resiliencia, de afrontamiento y, sobre todo, de lo que llamamos nuevas relaciones sociales en las que la tecnología aparece como un elemento mediador”, subrayó.
Conmemoración
Desde la década de 1970 permanece en México una perspectiva familiarista y de valoración de los abuelos, algo que entonces era novedoso porque las personas no alcanzaban una esperanza de vida elevada y la mortalidad era muy alta. Entonces tener un abuelo o abuela comenzó a ser un fenómeno maravilloso.
Con el paso del tiempo esto fue cambiando y se normalizó su presencia, por lo que en el mundo se festeja el Día Nacional de la Persona Adulta Mayor. “No es del adulto mayor, o del abuelo en masculino, es de la persona mayor. Esto significa que estamos celebrando que hemos alcanzado una mayor esperanza de vida, por lo que los individuos deben ser valorados no por su posición familiar, sino porque son personas, por todas las contribuciones que realizaron y por las aportaciones que día a día hacen a la sociedad”, señaló Montes de Oca Zavala.
En México las personas mayores tienen baja seguridad económica, por eso las redes familiares y de la comunidad son claves para apoyarlas. Hoy en día, cada vez más, las transferencias del gobierno las ubica como sujetos con los que tenemos una gran deuda social y que tienen derechos constitucionales de recibir apoyos económicos, medicinas gratuitas, y de tener una posición inclusiva en la sociedad y en el desarrollo del país.
Actualmente, 12 por ciento de los mexicanos es gente mayor, cifra que equivale a 15 millones de personas con 60 años y más, anotó la socióloga.
“El mayor problema que tienen es la falta de seguridad social, que se está remediando un poco con las transferencias del gobierno federal y con el acceso a los servicios médicos. Pero hay muchas entidades donde esto varía, como en el sureste de la nación, donde se incrementan las carencias sociales”. A esto se suman las faltantes educativa y de alimentación.
“Hay una necesidad de constante apoyo médico porque la población adulta y adulta mayor tiene enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes que requieren atención permanente, alimentación adecuada y medicamentos”, concluyó.
(Con información de Gaceta UNAM)