Suben 10% niveles de CO2 en veinte años advierte la OMM
Ginebra, Suiza. Nunca antes en la historia de la humanidad la acumulación de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera había sido tan rápida: en solo dos decenios, el aumento superó el 10 por ciento, se informó hoy.
Además, en 2023 hubo un nuevo récord, al dispararse las concentraciones de gases de efecto invernadero, señala el informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicado este lunes.
Según el análisis, el incremento respondió a grandes incendios forestales y a la posible reducción de la absorción de carbono por parte de los bosques, combinadas con emisiones de CO2 permanentemente altas por la quema de combustibles fósiles para actividades humanas e industriales.
«Otro año, otro récord. Esto debería hacer saltar todas las alarmas entre las instancias decisorias”, declaró la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
No hay duda, comentó, de que estamos muy lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global muy por debajo de dos grados Celsius (°C) con respecto a los niveles preindustriales y tratar de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C.
A lo largo de los últimos 20 años, las concentraciones de CO2 subieron un 11,4 por ciento (esto es, 42,9 partes por millón, ppm) frente a las 377,1 ppm registradas en 2004 mediante la red de vigilancia de la atmósfera global perteneciente a la OMM.
“No son meras estadísticas. Cada parte por millón y cada fracción de grado de incremento de la temperatura conllevan consecuencias reales para nuestras vidas y nuestro planeta», remarcó.
Algo menos de la mitad de las emisiones de CO2 permanece en la atmósfera, el océano absorbe alrededor de una cuarta parte, y los ecosistemas terrestres, menos del 30 por ciento, si bien existe una considerable variabilidad interanual debido a fenómenos naturales como El Niño y La Niña, abunda el texto.
Durante los años en los que se produce un episodio de El Niño, las concentraciones de gases de efecto invernadero tienden a aumentar porque los sumideros terrestres de carbono son menos eficientes a causa de la mayor sequedad de la vegetación y los incendios forestales.
A juicio de la fuente, “corremos el riesgo de vernos atrapados en un círculo vicioso. La variabilidad natural del clima desempeña una importante función en el ciclo del carbono. Pero en un futuro próximo, el propio cambio climático podría convertir los ecosistemas en importantes fuentes de gases de efecto invernadero”.
Los incendios forestales podrían liberar más carbono a la atmósfera y el alza de la temperatura de los océanos podría reducir su capacidad de absorción; por tanto, se podría acumular más CO2 en la atmósfera y acelerar el calentamiento global, expone el pronóstico.
(Con información de Prensa Latina)