Renuncia presidente de la USC por escándalo sexual
El presidente de la Universidad del Sur de California (USC) renunció el viernes en medio de un escándalo por abuso sexual en la institución, objeto de numerosas demandas judiciales.
El consejo de administración informó en un comunicado el viernes de tarde que la USC acordó «comenzar una transición ordenada e iniciar el proceso de elegir a un nuevo presidente» que sustituirá a C.L. Max Nikias, en el cargo desde 2010.
«Reconocemos la necesidad de cambio y estamos comprometidos con una transición estable. Tengan en cuenta que nuestras acciones serán rápidas y exhaustivas, pero pedimos su paciencia mientras gestionamos este proceso complejo», indicó un comunicado firmado por jefe del subcomité ejecutivo del Consejo de administración, Rick J. Caruso.
Los profesores habían enviado una carta a ese cuerpo colegiado exigiendo la salida de Nikias, a quien acusaron de hacer la vista gorda de estos abusos.
El escándalo de abuso sexual en la USC –destapado por el diario Los Angeles Times hace 10 días– tiene como acusado al ginecólogo George Tyndall.
El médico ha sido denunciado por examinar a las estudiantes sin guantes, palpar sus senos, introducir sus dedos en los genitales de las pacientes, a quienes también tomaba fotografías, y realizar comentarios lascivos.
Tyndall fue objeto de numerosas denuncias de acoso y abuso que fueron ignoradas por las autoridades universitarias.
Después del escándalo, Nikias anunció un plan de acción para encarar lo que llamó una «profunda ruptura de confianza».
«Groseramente incorrectos»
Las demandantes alegan que Tyndall usó su posición para abusar repetidamente de miles de estudiantes, introduciendo sus dedos en sus genitales sin guantes, palpando sus senos y por medio de comentarios lascivos.
Dos demandas colectivas fueron presentadas ante la Corte Superior de Los Ángeles «en nombre de miles de estudiantes» que asistieron a la universidad en Los Ángeles y fueron supuestamente víctimas de Tyndall.
Los recursos fueron introducidos por un equipo que incluía a Howard Janet, el abogado que encabezó una demanda en 2014 por 190 millones de dólares contra el Hospital Johns Hopkins de Baltimore y su médico Nikita Levy, que filmó los genitales de 8.500 pacientes usando una cámara escondida en un bolígrafo. Levy acabó suicidándose.
Al igual que en el caso Hopkins, este caso se centra en acusaciones de exámenes pélvicos groseramente incorrectos que incluyeron sondeos inadecuados, a veces sin guantes, comentarios sexualmente cargados y fotografías ilícitas de genitales», señaló Janet, que en el otro caso llegó a un millonario acuerdo.
Otras seis egresadas presentaron una demanda colectiva según la cual la universidad recibió denuncias contra Tyndall desde la década de 1990, pero optó por no hacer nada.
El grupo, descrito como «Jane Does 5 a 10», acusa a USC de encubrir al médico tras una investigación interna en 2016 que dejó al descubierto su conducta y que le pagó para que renunciara.
El médico llegó a un acuerdo amistoso en 2017 para abandonar su puesto.
Desde la semana pasada, más de 300 estudiantes contactaron una línea directa creada por la universidad para recibir quejas e información sobre Tyndall.
Este caso evoca al de Larry Nassar, exmédico de la Universidad de Michigan (MSU) hallado culpable de agredir sexualmente a más de 300 jóvenes deportistas, incluidas campeonas olímpicas de gimnasia.
Rachael Denhollander, la primera en acusar a Nassar, recordó en Twitter una pregunta que formuló cuando presentó esa denuncia: «¿Así luce cuando las autoridades no hacen su trabajo?».
«De pie con las sobrevivientes de USC. Profesores, estudiantes, autoridades, hagan lo que es CORRECTO INMEDIATAMENTE. No sean la próxima MSU», comentó.
(Con información de AFP)