Pulula el trabajo doméstico infantil en Paraguay
Los niños se convierten en mano de obra gratis o barata sin que se cumplan las mínimas garantías de protección y su desarrollo
Asunción, Paraguay. Las condiciones de pobreza y vulnerabilidad económica de un amplio sector de la población en Paraguay determinan que muchas familias entreguen a los más pequeños a otras personas con la esperanza de asegurarles principalmente techo, comida y educación.
Sin embargo, en la inmensa mayoría de esos casos los niños se convierten en mano de obra gratis o barata sin que se cumplan las mínimas garantías de protección y promoción de su desarrollo.
Conocido en esta nación suramericana como criadazgo, el sistema de trabajo doméstico es una de las peores formas de explotación infantil con larga data de existencia en la sociedad paraguaya.
Según cifras oficiales, en el país hay más de 47 mil niños y adolescentes bajo este régimen y el 45 por ciento de ellos trabaja todos los días. La mayor concentración se da en los departamentos Central, Caaguazú y Alto Paraná.
De acuerdo con un estudio de la organización no gubernamental paraguaya Luna Nueva, el 90 por ciento de las adolescentes explotadas sexualmente fue antes trabajadora infantil doméstica, sometida a maltratos verbales y físicos.
La directora general de protección a la niñez y la adolescencia del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), Mariela Gómez, señaló que ese sistema de explotación muchas veces viene a raíz del desempleo de los padres.
‘El Ministerio, como eje principal, está capacitando a los padres, algo que va a ayudar a disminuir estos números. Por eso apostamos por la capacitación e intermediación laboral de los mismos’, señaló.
El MTESS, junto a Global Infancia y el Fondo Canadiense para Iniciativas Locales en Paraguay, lanzaron la campaña ‘#NoEsNormal. Si estás a favor del criadazgo no estás haciendo un favor’.
La cruzada busca prevenir los riesgos de este fenómeno y su objetivo es desalentar su práctica, divulgando sus condiciones transgresoras y su interferencia en el desarrollo de los menores de edad.
La directora de Global Infancia, Marta Benítez, dijo que se realizan capacitaciones para sensibilizar a la ciudadanía y se emplean redes sociales y canales digitales para promover la campaña.
También se diseñan historietas enfocadas a niños, niñas y adolescentes, además de acciones sobre el tema en la vía pública.
(Con información de Prensa Latina)