Pide el Papa avanzar a la libertad ciudadana mundial
El papa Francisco termina el martes su visita histórica a Emiratos Árabes Unidos, la primera de un Pontífice a la península arábiga
El papa Francisco termina el martes su visita histórica a Emiratos Árabes Unidos, la primera de un Pontífice a la península arábiga, con una misa en un estadio en un país que autoriza la práctica del cristianismo con la condición de que sea discreta.
Más de dos mil autobuses transportaron gratuitamente a los fieles desde todo el país hasta Abu Dhabi.
Un organizador dijo por altavoz que unas 170 mil personas, afluencia inédita en Emiratos Árabes Unidos, asistían a la misa dentro y fuera del estadio más grande del país, el «Zayed Sports City».
Antes del evento se había anunciado que se distribuyeron 135 mil entradas.
‘Tan contenta’
«Estoy tan contenta de estar aquí», dijo Severine Mounis, de 49 años, india residente en Dubai desde hace una década. «Es un regalo ya que no podemos viajar a la Ciudad del Vaticano», explicó.
Stanley Paul, un paquistaní de 45 años residente en Emiratos desde hace 14 años, pudo venir con su mujer e hijos. «Queremos que nuestras dos hijas de 9 y 14 comprendan al Papa, que vean su sencillez».
Francisco, fiel a su voluntad de mostrar su cercanía con la Iglesia hasta las periferias del mundo, vino a saludar casi exclusivamente a los trabajadores inmigrantes, de ellos una aplastante mayoría de filipinos e indios.
El papa argentino, hijo de inmigrantes italianos en una Argentina multicultural, es muy sensible a las dificultades de las personas desarraigadas.
«Para vosotros no es fácil vivir lejos de casa y quizá sentir la ausencia de las personas más queridas y incertidumbre por el futuro», dijo el Papa durante su homilía, pronunciada en italiano y traducida por altavoz al árabe. Francisco celebró la misa de manera excepcional en inglés.
«Sois un coro compuesto por una variedad de naciones, lenguas y ritos», destacó, hablando de la «alegre sinfonía de la fe» que construye la Iglesia.
Emiratos es un país en donde el 85% de la población está compuesta por expatriados. Los ciudadanos de países asiáticos constituyen el 65% de esta población y trabajan en todos los sectores, desde la construcción a los servicios.
Hay cerca de un millón de católicos en este país, adepto a un islam más bien moderado y cuya sociedad está bastante abierta al mundo exterior. La mayoría de católicos son trabajadores asiáticos, que practican su religión en ocho iglesias.
El vicario apostólico para Arabia del sur, Paul Hinder, agradeció el martes a las autoridades emiratíes por permitir tal reunión pública.
Antes de su homilía el martes, el Papa hizo una visita a la catedral San José.
Minorías discriminadas
Emiratos siempre buscó proteger una imagen de apertura y de tolerancia, aunque en el país se practique la «tolerancia cero» frente a toda disidencia, en particular la de los adeptos del islam político que representan los Hermanos Musulmanes.
El vecino reino de Arabia Saudita, ultraconservador, prohíbe toda práctica religiosa que no sea el islam.
El lunes, en un largo discurso ante responsables de todas las religiones, Francisco alentó a Emiratos a «continuar su camino» garantizando la libertad de culto.
Al mismo tiempo, el papa jesuita insistió en la necesidad de «libertad religiosa», que debe ir más allá de la simple libertad de culto. Pidió para todo Medio Oriente «el mismo derecho a la ciudadanía» para las personas de las diferentes religiones.
Francisco y el gran imán del instituto egipcio Al Azhar, Ahmed al Tayeb, condenaron juntos toda discriminación contra las minorías religiosas, en un documento que firmaron el lunes por la noche.
Todo el día, el papa, vestido de blanco, y el jeque Ahmed al-Tayeb, de negro, se mostraron juntos de manera fraterna, frente a la gran Mezquita Zayed –una de las más grandes del planeta–, y luego se besaron en la tribuna de la conferencia interreligiosa, bañada por una lluvia de hojas de olivo.
(Con información de AFP)
