Niño checo con asperger convierte obsesión por mapas en diseños
En la habitación de Matej Hosek, los autos en miniatura están meticulosamente ordenados, como el resto de los objetos. Este niño de 13 años escudriña al detalle en busca de cualquier cosa que rompa el orden de su cuarto.
Una vez satisfecho, abre una carpeta donde guarda decenas de mapas y de planos diseñados por él, una actividad lúdica pero también terapéutica que le cambió la vida y lo ha convertido en un diseñador con dibujos que se imprimen en prendas y accesorios que se comercializan en República Checa.
«Creo que es algo que Dios le dio a cambio de todo lo que le quitó», confesó su madre, Michaela Hoskova.
Matej Hosek sufre el síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista, que encontró la paz en el orden y en la creación de mapas de transporte muy sofisticados. Luego incursionó en el diseñado de moda y de planos que se han impreso en tazas, camisetas y hasta fundas de teléfonos celulares.
Redescubrirse
Matej era un niño muy ruidoso. «Lloraba 23 horas por día», contó esta mujer de 43 años que entonces vivía en un edificio en Praga que tuvieron que abandonar a raíz de las quejas de los vecinos.
La familia se mudó a una casa en Cernosice, una localidad a las afueras de la capital checa donde Matej «podía llorar todo lo que quisiera».
Por casualidad, en uno de esos momentos de gritos interminables en la vía pública, «le puse en las manos un plano de transporte, ni siquiera sé de dónde salió, y entonces se calmó», recordó su madre.
Así, el niño comenzó a adorar los viajes en tranvía y en metro, donde se dedicaba a verificar si los planos estaban diseñados correctamente. Poco tiempo después empezó a copiarlos, convirtiéndose en su favorito el del metro de Londres, que se sabe de memoria.
«A veces encontraba que el sistema de una ciudad no tenía lógica, así que comenzó a redibujarlos», recordó Hoskova, que fue periodista y colaboradora de una revista de modas.
La vida de la familia dio un giro cuando Matej comenzó a mejorar. Pudieron planificar vacaciones, algo impensable durante mucho tiempo. En los destinos elegidos, «lo primero que tenemos que hacer es encontrar un centro de información porque necesitamos los mapas», contó entre risas la madre.
Aprovechar una obsesión
El niño, que fue diagnosticado con el síndrome de Asperger a los 10 años, va adaptándose de a poco a vivir con su trastorno.
«Los niños con el síndrome de Asperguer tienen un problema con la comunicación verbal. Ellos entienden mejor las cosas mirando una imagen», explicó Lenka Michalikova, ayudante de pacientes con el síndrome.
«La estructura y la visualización les ofrecen un ancla frente a la incertidumbre», dijo.
Con la pubertad empezó a tener depresión y necesita una asistente en la escuela, aunque sus resultados están por encima de la media.
Hace más de dos años, inspirado por una película sobre la casa Christian Dior, su obsesión por los mapas lo llevó un día a vestir con una creación propia a un maniquí que había en el salón de su casa e impresionó a su madre.
En esa época ella trabajaba en una revista asociada a la Semana de la Moda de Praga. A mediados de 2016, Matej pudo ver sus creaciones exhibidas en un desfile en un gran almacén de Praga, que vendió sus piezas y donó los ingresos a la fundación AutTalk que ayuda a niños autistas.
Hoy en día la familia Hosek tiene una pequeña empresa que vende ropa, litografías, mochilas y tazas con los dibujos de Matej.
«Utilizar el trabajo de Matej para ayudar a otros niños autistas, es algo único», dijo la fundadora de AutTalk, Katerina Sokolova. «Su diseño es universal», sostuvo esta exMiss República Checa 2007.
Aunque varias cadenas se han interesado en los diseños de Matej todavía no tienen la capacidad de producir grandes cantidades, explicó el padre, Martin Hosek, que dirige la sociedad Maappi y busca desarrollar la empresa.
Mientras tanto Matej dibuja planos para la empresa Run Czech, que organiza carreras en el país. «Me gustaría ir a Londres para dar una vuelta en el metro», dijo entre sus planos.
(Con información de AFP)