Murciélagos, más allá de historias de terror

Los murciélagos son los mamíferos más estigmatizados que existen en el planeta, a pesar de cumplir funciones importantes para la conservación de los ecosistemas, el control de plagas que afectan cultivos agrícolas o forestales, la dispersión de semillas y la polinización.

El poco amor por estos quirópteros surge básicamente de las creencias populares que los ligan a diversos mitos, como ser chupadores de sangre y transmisores de enfermedades, cuando sólo tres especies, de las más de mil 200 que hay, son hematófagas, y cerca de 70 por ciento son insectívoras.

Las creencias sobre este animal han llevado a la gente a realizar ciertas acciones en su contra, como quemar sus cuevas, bloquear las salidas, capturarlos, envenenarlos o destruir sus refugios, lo que ha ocasionado que de las casi 140 especies mexicanas que hay, 17 estén amenazadas y cuatro en peligro de extinción, afirmó Rafael Ojeda Flores, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ).

Gracias a más de 50 millones de años de evolución, han desarrollado sistemas biológicos e inmunológicos privilegiados y no tienen todos los efectos nocivos que se les adjudican, sobre todo en el mundo occidental, sostuvo.

Servicios ecológicos

Estos quirópteros constituyen un grupo biológica y ecológicamente exitoso, que ha podido adaptarse a muchos ambientes.

Están distribuidos prácticamente en todo el planeta, salvo en los polos; pueden ocupar ambientes naturales y también urbanos como minas, bóvedas, puentes o edificios.

En los últimos años se ha encontrado una asociación de los murciélagos con diferentes tipos de virus, bacterias y parásitos.

El problema reside en que los humanos invaden sus hábitats y, al hacerlo, aumenta el contacto entre estos animales y las especies domésticas, que pueden actuar como un puente para transmitir virus como el del ébola, nipah, hendra, los coronavirus y la rabia.

“Pero ellos no son la única fuente”, aclaró Ojeda Flores.

No obstante, la balanza se inclina en favor de los murciélagos por sus diversas funciones benéficas; por ejemplo, los que consumen semillas las dispersan y, con ello, contribuyen en las primeras fases de regeneración de los bosques, resaltó.

Utilidad en salud

En el caso de las especies insectívoras, además, “tienen la posibilidad de aportar el beneficio ecológico de eliminación de insectos transmisores de males que afectan al ser humano, como dengue, zika o chikungunya”.

Su guano es un fertilizante de alto valor para ciertos cultivos, y polinizan plantas de interés agrícola y pecuario, como el agave, icónico de México, aseveró el investigador en conservación de especies silvestres.

El universitario consideró que el aspecto más importante para revalorizar la función de los murciélagos es la educación y el conocimiento.

“Requerimos que la población tenga información veraz y científica acerca de sus verdaderos valores ecológico y biológico”, indicó.

La gente tiene que comprender que esos mamíferos son indispensables por las funciones que desempeñan en favor de los ecosistemas, y tienen un elevado valor económico al evitar el uso de pesticidas y controles artificiales de insectos y plagas.

“Tenemos que respetarlos y no temerles, porque la mayoría de las cosas negativas que se dicen de ellos son mitos”, concluyó.

(Con información de Gaceta UNAM)

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