Movimiento argelino busca cambiar el sistema vigente
“Echamos a Francia en 1962, pero no disfrutamos de la libertad con este régimen que no ha cambiado desde entonces”, dice un joven
Una marea humana se extendió el viernes por las calles de Argel para reclamar una «nueva independencia», 65 años después de que comenzara la lucha armada contra la colonización francesa.
La falta de un conteo oficial o independiente y la topografía hacen imposible cuantificar el número de manifestantes.
Pero en este 37º viernes consecutivo de manifestación, la movilización es similar a la vivida en el apogeo del «Hirak», el movimiento de protesta que vive Argelia desde el 22 de febrero.
La marcha avanza lentamente por las calles abarrotadas de gente, alrededor de la Gran Poste, edificio emblemático del centro de Argel y epicentro de las manifestaciones semanales, en las que resuenan lemas como «Argelia quiere su independencia» o «el pueblo quiere su independencia.
El 1 de noviembre de 1954, llamado en Francia en ese momento «Día de todos los santos rojo», el recién creado Frente de Liberación Nacional (FLN) desencadenó la «Revolución argelina» y la lucha armada por la independencia, con una serie de atentados simultáneos en territorio argelino.
Ese día, la «Fiesta de la Revolución», es feriado en Argelia.
«Los mayores combatieron a Francia, nosotros combatimos al sistema mafioso que confiscó nuestra independencia», declaró a la AFP M’hand, jubilado de 63 años, que salió a las 05H00 de la mañana desde Boumerdès, a unos 40 km al este de Argel, para llegar a la capital.
Numerosos argelinos llegados de otras regiones viajaron hasta Argel para manifestarse, a pesar de los controles policiales que generan grandes atascos en las entradas de la ciudad o de la ausencia de trenes el viernes con destino a la capital. El metro de Argel estaba igualmente cerrado.
Durante los últimos días, las redes sociales se llenaron con hashtags en árabe como «#Hirak_del_1º_noviembre», «#Invadamos_la_capital», llamando a los argelinos a acudir masivamente a Argel.
Algunas personas pasaron la noche en las aceras. Hocine, de unos 20 años, y sus cuatro amigos provenientes de Lakhadaria, a unos 60 km, durmieron en su coche.
«Echamos a Francia en 1962, pero no disfrutamos de la libertad con este régimen que no ha cambiado desde entonces. Queremos una nueva Argelia», declaró el joven.
«Encadenados»
Nadia Foufa, una profesora jubilada de 62 años, recuerda cuando desfiló el 5 de julio de 1962, durante la proclamación de la independencia: «Tenía cinco años y estábamos felices con esta independencia. Pero ahora, estamos encadenados y no hay ninguna libertad».
Desde hace varios días, en las redes sociales circulan «octavillas digitales» que llaman a una manifestación masiva.
«Los concierne a todos. Llamamiento al pueblo argelino para que se prepare […] a tomar de asalto la capital por millones y de todas las wilayas (prefecturas) el viernes 1 de noviembre, hasta que caigan todos los bandidos» en el poder, proclama una de ellas.
«La historia se repite el 1 de noviembre de 1954-2019. Las 48 wilayas en la capital» para una nueva «Guerra de liberación», se lee en otra.
«Elemento del Hirak»
Desde que a principios de abril logró la dimisión del presidente Abdelaziz Buteflika, el «Hirak» reclama el desmantelamiento del «sistema» en el poder desde 1962.
El movimiento rechaza las elecciones presidenciales previstas el 12 de diciembre para elegir a un sucesor de Buteflika por considerar que buscan regenerar el «sistema».
Las autoridades lo niegan e intentan a su vez minimizar el alcance del movimiento.
El miércoles, el general Ahmed Gaïd Salah, jefe del estado mayor del ejército y quien lleva las riendas del país desde la renuncia de Buteflika, aseguró que las presidenciales cuentan con la «adhesión total» de los ciudadanos. Unas declaraciones que contradicen los eslóganes coreados cada semana en las calles.
Además, en los últimos días muchos argelinos respondieron a un desafío lanzado en internet, consistente en grabarse, solos o en grupo, diciendo: «Soy argelino y soy un elemento del Hirak».
Una respuesta irónica a los comentarios recientes del presidente interino Abdelkader Bensalah, quien afirmó al presidente ruso Vladimir Putin que «se exageró» el alcance del movimiento porque se limita a «unos pocos elementos que salen a la calle cada semana».
(Con información de AFP)