Los rostros de la diversidad en el triunfo demócrata
Si la elección presidencial de 2016 reflejó un clamor primario de los votantes blancos descontentos de clase trabajadora que benefició al presidente Donald Trump y a los republicanos, los resultados electorales del martes demostraron el potencial de una coalición creciente de mujeres, minorías y personas homosexuales y transgénero que se están uniendo con firmeza a las filas de los demócratas.
El martes, algunos ciudadanos estadounidenses participaron para elegir seis bancas en la Cámara de Representantes, un escaño en el Senado y a los gobernadores de Nueva Jersey y Virginia.
Una activista y mujer transgénero negra, Andrea Jenkins, fue electa para el Concejo de la Ciudad de Minneapolis. Una mujer hispana ganó la contienda por la alcaldía de Topeka, Kansas. Un hombre sij fue elegido alcalde en Hoboken, Nueva Jersey. Candidatas transgénero, latinas y vietnamitas ganaron contiendas legislativas estatales. Candidatos de raza negra fueron electos vicegobernadores en Nueva Jersey y Virginia. Un refugiado liberiano fue elegido alcalde en Helena, Montana.
Mark Keam, un demócrata coreano-estadounidense que fue reelecto el martes para seguir ocupando su banca en la Cámara de Diputados de Virginia, dijo que la primera ola de candidatos pertenecientes a minorías fue una respuesta directa al sentimiento de haber sido excluidos del panorama estadounidense debido a las políticas y lenguaje discriminatorio de Trump.
“En los Estados Unidos de Trump la gente está siendo afectada, y, aquellos a los que más se está perjudicando, son quienes han tenido menos voz que nadie en el gobierno”, comentó Keam. “Esas son motivaciones que una persona blanca nunca tendría”.
Algunos se muestran escépticos ante las interpretaciones demasiado profundas en una votación que no coincide con las elecciones intermedias ni la presidencial. Hasta los demócratas han sostenido acalorados desacuerdos sobre si la política de identidad ayuda al partido o aleja a la gente.
No obstante, David Ramadan, un republicano que formó parte de la Asamblea General de Virginia de 2012 a 2016, dijo que la advertencia para su partido era clara.
“Los resultados del martes muestran que, salvo que los republicanos vuelvan a ser conservadores tradicionales y hagan campaña sobre temas como la educación y el empleo en lugar de sobre las ciudades santuario y los estatutos confederados, no solo le entregarán Virginia a los liberales, sino el país y el congreso el año que viene”, dijo Ramadan.
Hala Ayala
Hala Ayala, una de las dos mujeres que serán las primeras latinas en la Asamblea General de Virginia, entró de lleno a la política después de ayudar a organizar a un contingente para que asistiera desde el condado de Prince William a la Marcha de las Mujeres en Washington en enero.
“Después de la Marcha de las Mujeres me dije: ‘Ya basta’”, comentó, y agregó: “Postúlate al cargo. Sé el cambio”.
Ayala, de 44 años, renunció a un trabajo de ciberseguridad con la Guardia Costera para disputar en la elección. El partido estatal enfatizó que tenía autorización de seguridad para repudiar los comerciales de televisión republicanos, así como la publicidad que generaba miedo a los migrantes ilegales y la delincuencia.
De hecho, dijo que los ataques del partido republicano produjeron una reacción en su distrito ubicado al norte de Virginia, donde había una enorme población militar e inmigrante. Las filas en los lugares de votación del martes eran las de mayor diversidad étnica y racial que dijo haber visto en décadas de voluntariado.
Ayala comentó que un elector le dijo que esperaba que inspirara a su hija en edad preescolar. “Quizá algún día sea candidata a algún cargo”, dijo.
Michelle de la Isla
La nueva alcaldesa de Topeka, Kansas, Michelle de la Isla, tomó un camino difícil y sinuoso hasta llegar al Medio Oeste de Estados Unidos y a la política.
Nació en Nueva York y creció en Puerto Rico; se quedó sin casa a los 17 años y a los 19 años estaba embarazada. Un pastor de la iglesia donde cantaba en el coro le dijo que era inteligente y que debía ir a la universidad en Estados Unidos. Así fue como De la Isla, que ahora tiene 41 años, llegó a la Universidad Estatal de Wichita.
Danica Roem
Incluso antes de su elección, Danica Roem atrajo la atención nacional por ser una mujer transgénero que contendía contra un republicano que había presentado una propuesta de “ley de baños” en la Legislatura de Virginia para prohibir a las personas transgénero el uso de los sanitarios.
Roem, de 33 años, es exreportera de un periódico de los suburbios de Washington y trató de concentrarse en temas como el tráfico vehicular mientras esquivaba los ataques de los republicanos, incluyendo al partido estatal, que la acusaban de ser moralmente degenerada y una mujer falsa.
Roem, quien salió del clóset en 2013, un año después de comenzar su transición para convertirse en mujer, hizo su campaña ataviada con un pañuelo con los colores del arcoíris y será la primera persona transgénero en el país que ocupe un cargo en la legislatura estatal.
Jenny Durkan
Jenny Durkan, quien será la primera alcaldesa abiertamente lesbiana de Seattle y la primera mujer en ocupar ese cargo desde la década de los veinte, es exfiscal de Estados Unidos y exintegrante del sindicato de camioneros.
Durkan, de 59 años, se autodenomina una demócrata progresista que además es inflexible con la delincuencia. Publicitó su experiencia como fiscal estadounidense nombrada por el expresidente Obama en 2009, puesto en el cual se convirtió en especialista en delincuencia cibernética.
Wilmot Collins
Cuando comenzó a leer las publicaciones desagradables en Facebook y a escuchar comentarios hostiles de políticos hace algunos años, Wilmot Collins decidió que tenía que hacer algo: estaban acusando a refugiados como él de ser terroristas, de exprimir el sistema de asistencia social y cometer delitos.
“Cuando comencé a escuchar esa retórica, me dije: ‘Esto es una locura’”, relató Collins, quien se estableció en Helena, Montana, como refugiado de Liberia en 1994. “Aquí en Montana estamos luchando contra la idea de que los refugiados son terroristas. Una parte de mí quiere mostrarles eso: ‘No, este es el rostro de un refugiado. Así somos los refugiados. Aquí está mi familia. Así es como se ven los refugiados. No somos terroristas’”, dijo.
La noche del martes, los esfuerzos de Collins rindieron frutos cuando fue elegido alcalde de Helena.
Collins, de 54 años, comentó que su elección fue un acto de repudio a parte de la retórica migratoria restrictiva del presidente Donald Trump.
Este triunfo, manifestó Collins, “le dice a la mayoría de Estados Unidos que esto no se trata de razas ni de orígenes nacionales”. Y añadió: “Lo que Helena dijo ayer fue: ‘Estamos buscando un buen candidato y creemos en esta persona’”.
Collins, casado y con dos hijos adultos, vino a Estados Unidos después de huir de la guerra civil en Liberia.
(Con información de The New York Times)