El soldado que ejecutó a un talibán divide al Reino Unido
Ejecutó a un talibán herido citando a Shakespeare. Condenado a cadena perpetua por este crimen de guerra, un soldado británico que está desde hace tres años en la cárcel podría festejar Navidad en familia si la justicia lo decide este miércoles.
Hace tres años que esta historia fascina y divide al Reino Unido: opone a quienes están a favor de que los militares siempre deben dar ejemplo y de que se aplique rigurosamente la ley y a los que argumentan como atenuante la realidad brutal de la guerra.
El miércoles, una corte de apelaciones londinense decidirá si otorga la liberación bajo fianza al sargento Alexander Blackman, apodado ‘Marine A’, de 42 años, con un historial impecable hasta el 15 de septiembre de 2011.
Esa tarde, en la provincia afgana del Helmand, mató a quemarropa a un insurgente talibán gravemente herido en el ataque a un helicóptero Apache.
«Despójate de esta envoltura mortal, imbécil», declamó el sargento, citando a Shakespeare, antes de disparar su pistola 9 mm, según las imágenes grabadas por una cámara colocada en el casco de otro soldado.
El sargento se dirigió luego hacia sus hombres y les dijo: «Evidentemente, esto queda entre nosotros, muchachos. Acabo de violar la Convención de Ginebra» sobre el tratamiento de presos de guerra.
Dos años más tarde pasó por la corte marcial y se convirtió en el primer soldado de su Majestad condenado por asesinato en el campo de batalla desde la Segunda Guerra Mundial.
«Usted traicionó y dañó la fama del ejército británico» con este «asesinato a sangre fría», le dijo el juez al condenarlo a cadena perpetua con un periodo de seguridad de diez años, bajado a ocho en 2014.
«Un asesinato es un asesinato», dijo Nicholas Houghton, entonces jefe del ejército británico, rechazando cualquier argumentación atenuante.
Homicidio involuntario
Rápidamente se organizó un movimiento para denunciar una pena muy dura para un «héroe de este tipo». «Fue lanzado a los leones por cobardes», fustigó el coronel Richard Kemp, ex comandante en Afganistán.
Los veteranos se movilizaron. El diputado Richard Draw y el novelista Frederick Forsyth proponen pagar la fianza de 200 mil libras.
«¿Un hombre que arriesgó su vida durante 13 años para defender su patria, a veces en condiciones atroces -los talibanes torturaron a muerte uno de sus hombres, hicieron explotar a otros dos y colgaron los restos de otro en un árbol- merece verdaderamente ser condenado por asesinato y lanzado a una cárcel como un vulgar criminal?», se preguntó el diario Daily Mail.
Además del caso del ‘Marine A’, los periódicos protestan contra la amenaza de proceso que pesa sobre otros exsoldados. El viernes, dos de ellos fueron acusados del asesinato de un comandante del IRA en Belfast en 1972.
Decenas de veteranos se congregarán el miércoles en Londres ante la Corte Real de justicia para reclamar «justicia para el Marine A, abandonado por el gobierno», según una pancarta.
La esposa del sargento espera poder festejar Navidad con su marido en la casa.
Blackman siempre ha negado haber cometido un asesinato y asegura que creía que el talibán ya estaba muerto.
Sus abogados esperan que el crimen sea reclasificado como homicidio involuntario y se apoyan en un informe de la Royal Navy que sugiere que el sargento Blackman sufría estrés postraumático cuando remató al afgano.