El desafío es devolver la garantía de su porvenir a los jóvenes
106 millones jóvenes en la región enfrentan tres retos principales: violencia, permanencia educativa y falta de oportunidades laborales
Son los más jóvenes de las Américas quienes resentirán los embates más profundos de la pospandemia. Este sector poblacional comprende a más de 106 millones de personas en la región, entre paradojas, contrastes y desigualdades que a lo largo de décadas les ha ido restando tiempo de vida, por lo que el reto es devolver su garantía al porvenir, coincidieron especialistas en la 9ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (Clacso) con sede en la UNAM.
El presente se ha vuelto incierto para los jóvenes, con mayor confrontación y menos consensos, por lo que el gran desafío es devolver su derecho al futuro construido con ellas y ellos, desde procesos horizontales, planteó José Pérez Islas, titular del Seminario de Investigación en Juventud (SIJ) de esta casa de estudios.
Al intervenir en el Foro Persistencias y emergencias de las desigualdades en las nuevas generaciones de América Latina y El Caribe, Pérez Islas manifestó que las peores distopías se están cumpliendo: los jóvenes están siendo borrados, desaparecidos o cancelados.
“Salen y nunca regresan, migran y nunca llegan, poco a poco se les ha quitado espacios públicos, tiempo; la calle que antes era de todos, ahora es de nadie. Bienvenidos a este reto”, agregó.
Ante Patricia Dávila Aranda, secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, quien manifestó que la Universidad Nacional es un aliado estratégico sobre los estudios de la juventud, Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, apuntó que los jóvenes enfrentan de diferente manera tres retos principales: violencia, permanencia educativa y falta de oportunidades laborales.
“Veintiséis por ciento de toda la población latinoamericana lo representa este sector, son ellos los nativos digitales que usan de forma estratégica estas herramientas, son un capital humano que busca salvar al mundo, y a quienes debemos ofrecer opciones”, dijo.
Escuchémoslos
En el Auditorio Ius Semper Loquitur de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, Pablo Vommaro, posdoctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Buenos Aires (UBA), manifestó que se gesta un “Juvenicidio” sobre este sector poblacional en la región, porque es el continente que más niega a sus juventudes.
“La desigualdad es tan profunda que algunas personas se creen con el derecho a eliminarlos”. Las juventudes no son lo que el mundo adulto quiere que sean y mide con sus propios parámetros; hay que realizar un reconocimiento a sus voces y reforzar su visibilización, debemos pensar cómo hay que escucharlos, terminar con la estigmatización y emprender una comunicación intergeneracional, puntualizó uno de los también coordinadores de Clacso.
Otra manera de manifestarse
Juan Romero, académico de la Universidad de la República en Uruguay, aclaró que los jóvenes no son apáticos, sino que se manifiestan de otra manera. “Toda esa generación de conflicto y malestar, es resultado de décadas de desigualdad, y ahí están los casos de Colombia, Brasil, Argentina y Chile”.
En el foro, moderado por Mónica Valdez González, investigadora del SIJ-UNAM, Melina Vázquez, del Instituto de Investigaciones Gino Germani, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, proyectó la necesidad de repensar las experiencias juveniles acompañada de un panorama estadístico en niñas, niños y jóvenes con mirada latinoamericana.
Finalmente Silvia Borelli, académica de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, Brasil, indicó que la cooperación educativa entre las naciones latinoamericanas debe discutir y construir conocimiento que impacte en las políticas públicas de la niñez y los jóvenes.
“Todo esto, para que ellas y ellos, puedan desplegar su potencial humano, y se fracturen los círculos de la exclusión, lo que se vuelve cada vez más urgente”, finalizó la especialista.
(Con información de Gaceta UNAM)