Devora incendio 200 años de historia de Brasil
Un enorme incendio devoró este domingo los 200 años de historia del Museo Nacional de Rio de Janeiro, una de las joyas culturales más preciadas de Brasil, con un acervo de más de 20 millones de valiosas piezas.
El siniestro, del que no se han reportado víctimas ni cuantificado daños, se inició hacia las 19H30 locales (22H30 GMT), por causas por el momento desconocidas, cuando ya había cerrado las puertas al público.
«Por ahora no hay informaciones de víctimas. Se propagó (el fuego) muy rápidamente. Ahí hay mucho material inflamable», dijo a la AFP un portavoz de los Bomberos de Rio de Janeiro.
Imágenes aéreas de TV Globo mostraron el majestuoso edificio, que ocupa una extensión de más de 13.000 metros cuadrados en el norte de la capital carioca, devorado durante horas por enormes llamas.
Pese al rápido envío de veinte cuadrillas de bomberos, el fuego fue avanzando por las cientos de salas del Museo, destruyendo todo lo que se encontraba a su paso.
Cinco horas después, los bomberos habían logrado sofocar gran parte de las llamas, aunque seguían trabajando en su extinción total, indicó un fotógrafo de la AFP.
Fundado en 1818 y creado por el rey Juan VI, el Museo Nacional es uno de las más antiguos de Brasil, una importante institución científica, que cuenta con más de 20 millones de valiosas piezas.
El portal el Museo señala que en su acervo había una colección de momias egipcias y otra de arte y artefactos grecorromanos, así como colecciones de paleontología que incluyen el esqueleto de un dinosaurio hallado en la región de Minas Gerais y el más antiguo fósil humano hallado en el actual Brasil, bautizado «Luzia».
También contiene otros tesoros, como el mayor meteorito encontrado en Brasil, bautizado como ‘Bendegó’ y que pesa 5,3 toneladas.
Y una colección de piezas que abarca un periodo de casi cuatro siglos, desde la llegada los portugueses al actual territorio de Brasil, en el 1500, hasta la proclamación de la República, en 1889.
«Hoy es un día trágico para Brasil. Se han perdido doscientos años de trabajo, de investigación y conocimiento», afirmó el presidente Michel Temer en un comunicado de prensa.
«Podría haberse evitado»
El vicedirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, dijo sentir «un desánimo profundo» y una «inmensa rabia». «Todo el archivo histórico, que estaba almacenado en un punto intermedio del edificio, fue totalmente destruido. Son 200 años de historia que se fueron», afirmó.
Dias Duarte acusó además a las autoridades brasileñas de «falta de atención» y sostuvo que nunca se contó con un «apoyo eficiente y urgente» para la adecuación del palacio, que fue residencia oficial de la familia real e imperial.
«Luchamos hace años, en diferentes gobiernos, para obtener recursos para preservar adecuadamente todo lo que fue destruido hoy», declaró a periodistas.
Más tarde en twitter, el ministro de Cultura, Sérgio Sá Leitao, en el cargo desde julio de 2017, reconoció que «la tragedia podría haber sido evitada», explicó que los problemas del museo «se fueron acumulando a lo largo del tiempo» y recordó que en 2015, en el gobierno de la izquierdista Dilma Rousseff, «fue cerrado por falta de recursos para su mantenimiento».
«Lamentablemente esto ocurre justo cuando las medidas estaban siendo tomadas. El BNDES (Banco Nacional de Desarrollo) firmó en junio un contrato de patrocinio por valor de 21,7 millones de reales (USD 5,3 millones de dólares)», escribió.
Vinculada a la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), la institución había sufrido recortes en la financiación, que le obligó a cerrar al público varios de sus espacios.
Arden las redes
Mientras las llamas iban consumiendo las dependencias de esta joya de la cultura brasileña ubicada cerca del estadio Maracaná, la pena se mezclaba con la indignación de investigadores, profesores y alumnos de la universidad.
Algunos de ellos convocaron para este lunes una manifestación de protestas frente al edificio destruido.
En las redes sociales, la etiqueta #MuseuNacional se convirtió en la principal tendencia en Brasil.
«Es una tragedia devastadora para todo el mundo, no solo para Brasil y muestra la manera como la ciencia y las humanidades son tratas en mi país. Nada podrá reparar nunca esto», escribió, indignado, @RenatoAMorais.
El senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), denunció la falta de medios para el sustento del Museo y las atribuyó a los recortes de gastos ordenados por el actual gobierno.
(Con información de AFP)