Decenas de muertos por atentados en el mundo
Un ataque suicida con explosivos, seguido de un tiroteo que se prolongó durante cinco horas, causó este martes al menos 15 muertos en la ciudad afgana de Jalalabad, escenario de varios atentados sangrientos en los últimos días, informó el portavoz del gobernador provincial. En tanto, al menos diez personas murieron cuando una bomba estalló en un puesto de control del ejército en el sur de Filipinas.
El ataque en la conservadora Jalalabad, capital de la provincia de Nangarha (este), tuvo como blanco el complejo de la oficina de refugiados y repatriaciones. Los tres asaltantes murieron, según fuentes del gobierno.
Cuatro días antes tuvo lugar en la misma ciudad un atentado contra una escuela de comadronas, atribuido al grupo yihadista Estado Islámico (EI), con un saldo dos muertos y cinco heridos.
El ataque de este martes finalizó tras más de cinco horas de enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas de seguridad, dijo el portavoz provincial, Ataula Khogyani. Había comenzado hacia las 11H00 locales (06H30 GMT).
Al menos 15 personas murieron y se registró el mismo número de heridos, añadió Khogyani.
El director de salud de la provincia de Nangarha, Najibula Kamawal, señaló que algunos de los cadáveres quedaron totalmente «calcinados sin posibilidades de reconocimiento».
La ofensiva comenzó cuando un atacante suicida hizo estallar un automóvil cargado de bombas en la entrada del complejo, en tanto representantes locales de donantes y agencias extranjeras se reunían con funcionarios de la oficina en el interior.
«Aproximadamente unos 10 minutos antes de finalizar la reunión escuchamos una explosión y luego disparos», señaló a la AFP un funcionario del gobierno.
«Miramos hacia abajo y vimos entrar al edificio a dos hombres (armados). Junto a otras personas que estaban en la reunión nos guarecimos en el último piso. No sé qué pasó con los demás», añadió.
Varias personas habían sido tomadas como rehenes por los atacantes, dijo por su parte Zabiula Zmarary, un miembro del consejo provincial.
«Los dos agresores fueron abatidos por las fuerzas de seguridad (…) Al menos se escucharon dos explosiones esta mañana», había indicado antes a la AFP Khogyani.
Las fuerzas de seguridad fueron desplegadas y bloquearon todo el barrio, que acoge oficinas de varias agencias internacionales.
Desde Kabul, el portavoz del ministerio de Refugiados y Repatriados, Hafiz Ahmad Miakhail, anunció que «lamentablemente, según nuestras primeras informaciones, hay víctimas entre nuestros empleados».
Al final de la jornada, Haroon aún buscaba a su padre, quien trabaja en el complejo. «Lo llamo y no responde. Estoy preocupado. Es un señor mayor», explicó a la AFP
Desmentido talibán
«Vi un (auto Toyota) Corolla negro depositar tres hombres armados frente a la oficina. Uno de ellos se hizo explotar inmediatamente (junto al coche) y los otros dos penetraron en el edificio», señaló un testigo, que se identificó como Omaid.
La operación no fue reivindicada, pero los talibanes informaron, mediante un mensaje en la red WhatsApp, que no tenían «ningún vínculo» con este ataque, dejando suponer que los asaltantes eran miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI), muy presente en la región.
El sábado, una escuela de comadronas en Jalalabad fue blanco de un ataque que causó al menos dos muertos -tres según la policía.
Al menos 67 personas, incluidos profesoras y alumnas, estaban dentro del local cuando empezó el asalto, según una fuente oficial. El incidente duró unas siete horas.
El EI había reivindicado a través de su órgano de propaganda un ataque «contra la USaid» en Jalalabad -la agencia de ayuda al desarrollo de Estados Unidos- sin mencionar la escuela.
Al igual que este martes, los talibanes rápidamente informaron que no tenían «nada que ver» con esta operación.
El EI sufre una fuerte presión militar, en particular estadounidense, siendo objetivo de olas de ataques aéreos, y en los últimos meses se ha visto obligado a abandonar sus tres feudos principales en Afganístán, sobre la frontera con Pakistán.
En otro hecho aislado, al menos once personas murieron este martes y otras 31 resultaron heridas, en su mayoría mujeres y niños, en el oeste de Afganistán debido al estallido de una mina al paso de un autocar, según balance de las autoridades locales.
Furgoneta bomba mata a 10 personas en Filipinas
Al menos diez personas, entre militares y civiles, murieron este martes cuando una bomba estalló en un puesto de control del ejército en el sur de Filipinas, informó un portavoz militar.
La fuerte explosión, reivindicada por un grupo yihadista cercano al Estado Islámico (EI), tuvo lugar cuando soldados y milicianos progubernamentales detuvieron a un vehículo para registrarlo poco después del amanecer, precisó el portavoz militar, coronel Edgardo Arévalo.
Al menos un soldado, cinco milicianos y cuatro civiles murieron en la explosión ocurrida a las afueras de Lamitan, una ciudad cuya población es predominantemente cristiana, pero que se encuentra en la isla (provincia) de Basilán, de mayoría musulmana.
El conductor de la furgoneta bomba, presunto miembro del grupo yihadista separatista Abu Sayyaf, que opera sobre todo en el sur del país, también murió.
También destacó que las fuerzas gubernamentales se han mantenido en estado de alerta tras recibir informaciones de que los extremistas planeaban hacer estallar explosivos en toda la isla.
«Podemos imaginar la tragedia que esto acarrearía a la población de Basilán si no lo hubiéramos detenido en el puesto de control», añadió.
Las autoridades habían dicho anteriormente que al menos cinco personas murieron en la explosión.
Basilán es uno de los bastiones de los yihadistas de Abu Sayyaf, que suelen secuestrar personas para luego pedir rescate. Está presente además en otras islas, como Mindanao y Joló.
Recientemente, el presidente del país, Rodrigo Duterte, firmó una ley que brinda una mayor autonomía a los musulmanes del sur del país para intentar poner fin al conflicto.
(Con información de AFP)