Crece consumo de alcohol entre menores en México
La conducta de beber en forma excesiva entre los adolescentes menores de 18 años alcanzó ya la paridad entre hombres y mujeres
Ciudad de México. En México el consumo nocivo de alcohol sigue en aumento, principalmente en niños y adolescentes, pues se estima que tan sólo en un lustro (2011-2016) se duplicó el número de adolescentes de 14 a 17 años que han probado alcohol al menos una vez en su vida, y al menos uno de cada 10 tiene un consumo excesivo.
Durante la conmemoración del Día nacional contra el uso nocivo de bebidas alcohólicas 2019, Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, reconoció que el consumo de alcohol es un “grave problema de salud pública”, pues al menos 80 por ciento de los mexicanos consumirá esta sustancia alguna vez en su vida.
Agregó que a nivel mundial el consumo de alcohol es responsable de más de 3 millones de muertes, es decir, seis cada minuto.
Además, su consumo excesivo y nocivo está asociado a más de 200 enfermedades, así como a conductas de riesgo, suicidio, embarazo adolescente y enfermedades de transmisión sexual. Destacó que es la principal causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años de edad.
Gaby Zabicky, titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), destacó que la conducta de beber en forma excesiva entre los adolescentes menores de 18 años alcanzó ya la paridad entre hombres y mujeres, lo que también revela nuevas conductas en el consumo de alcohol entre las mujeres, elevando su riesgo de enfrentar otras enfermedades.
Especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertaron que en América Latina se produjeron 300 mil fallecimientos vinculados con el consumo de alcohol, de los cuales 80 mil se estima que no habrían ocurrido si no hubiera un consumo excesivo de esta sustancia adictiva.
En la región se estima que 22 por ciento de los bebedores tiene un consumo excesivo, mientras que el número de jóvenes que bebe en grandes cantidades una vez a la semana sigue creciendo. Situación que impacta, advirtieron, a las familias más vulnerables no sólo por el costo de salud, también por los efectos en la productividad y los gastos catastróficos que puede ocasionar.
(Con información de La Jornada)