Aprender de las hormigas para la convivencia social
Hay razones para pensar en regular la desinformación y parar la manera en la que la gente daña a otras en Internet, dice especialista
La experta en hormigas y comportamientos colectivos aseguró que los alumnos de la UNAM son más creativos y aprenden mejor; piensa que esto es por el sistema en el que se desenvuelven.
La autonomía es clave para los estudiantes. La misión de las universidades es explorar el mundo, encontrar y enseñar lo que es verdad, apuntó Deborah Gordon, bióloga y experta en hormigas y comportamiento colectivo de la Universidad de Stanford.
“Entonces, que la intervención externa les diga lo que pueden o no decir, lo que pueden o no enseñar y lo que es bueno o no, interfiere con ese objetivo, con esa misión”, aseguró.
“Creo que los alumnos de la UNAM son más creativos y aprenden mejor, y pienso que esto es por el sistema en el que se desenvuelven, el cual propicia que puedan desarrollarse; este es un gran activo para ellos y la institución”, agregó.
“En mi experiencia trabajando con ellos, veo que saben que lo único que tienen que hacer es aprender, lo cual es distinto en Estados Unidos, que es muy jerárquico. Allá, los padres gastan una fortuna en educación, por lo que el estudiante cree que tiene que aprovechar eso para ganarse una posición donde hacer dinero, en lugar de aprender”, señaló la investigadora, quien dio una conferencia magistral como parte de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia.
En Estados Unidos las mejores universidades son muy caras, y la gente con dinero y los que pueden mandar a sus hijos a entrenamiento especial son los que acceden, pero la UNAM revirtió eso porque la mejor universidad es la de menos costo, afirmó.
Aprender de las hormigas
Sobre su investigación y lo que se puede aprender de las hormigas, Gordon comentó que “hay más de 14 mil especies de ellas, y viven en cualquier hábitat concebible; todas trabajan colectivamente, no hay nadie a cargo. Puedes verlas trabajando juntas. Están las hormigas reinas, pero ellas sólo se encargan de poner huevos, y otras que trabajan. Hay interacciones muy simples. Nadie da órdenes. Son sistemas en los que las interacciones simples le suman al comportamiento de la colonia, y como son tan diversas y funcionan en diferentes ambientes, dejan ver que los distintos tipos de comportamiento colectivo pueden funcionar en distintas situaciones, hay muchas maneras de organizar un sistema sin que haya un control central o externo”.
La doctora en Zoología añadió que hay muchas formas de control y “no tienen que venir de una fuente centralizada como un gobierno. De una forma u otra controlamos el Internet, por ejemplo, porque no puede vivir de forma autónoma, sino que requiere de la gente que construye las máquinas con las que trabaja. Hay razones para pensar en regular la desinformación y parar la manera en la que la gente daña a otras en Internet”.
“No puedes tener un problema social sin control. Éste es un cambio en un sistema existente, es un problema porque no encaja. La idea de un problema social no tiene que tener un control desde fuera, éste debe venir de sus mismos integrantes, no de un control central o del rey.”
Cuando un sistema, una colectividad es más grande, es más complicado de funcionar. Una colectividad muy grande se comporta muy diferente y hay muchas formas en las que es imposible de controlar por su tamaño, expresó. Recordó que 25 por ciento de la energía del mundo se utiliza en servidores, lo cual es imposible de sostener. “No puede crecer a ese ritmo. Ahora es donde vamos a ver los límites de nuestras capacidades para sostener sistemas tan grandes”.
Las colonias de hormigas no crecen al mismo ritmo, y podemos ver en las sociedades los problemas que causa el crecimiento desenfrenado, y ni siquiera tenemos que voltear a ver a las hormigas para darnos cuenta, finalizó Gordon.
(Con información de Gaceta UNAM)