Alternancia no es exclusiva de ningún partido: expertos
Es parte de la normalidad de la vida política del país; México no llegó a la democracia el 1 de julio, consideró Lorenzo Córdova
Algunos afirman que la democracia llegó a México el 1 de julio de 2018, pero es una falacia. Lo que ocurrió es que se recrearon una serie de reglas del juego. El fenómeno de la alternancia es parte desde hace varios años de la normalidad política del país, tanto en el ámbito federal como local, consideró Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, en el cuarto Ciclo de Conferencias sobre Gobernanza Electoral en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
El investigador con licencia del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), expuso que, como dice Michelangelo Bovero, democracia no es sinónimo de alternancia; lo que hace a una democracia es que haya las condiciones institucionales, políticas y sociales que la permitan.
Estamos, dijo, en un contexto político inédito en la historia de la nación, con un gobierno con mayoría en ambas cámaras legislativas, pero por vez primera en un contexto democrático. Por ello, “tiene que haber contrapesos, y eso no es militar en contra de nadie, es militar en favor de la democracia constitucional”.
País plural
En la Sala Lucio Mendieta y Núñez de la FCPyS, reiteró que la alternancia ya “estaba aquí” desde varios años atrás, y que ésta no es patrimonio de partido político alguno.
“Hay pruebas de que algo ha cambiado en México, no sé si para bien o para mal; pero se ha transitado en los últimos 30 años de un monocolor a un país plural, la pluralidad política se ha instalado entre nosotros. Nadie gana todo ni pierde todo ni una vez ni para siempre”, indicó.
En la mesa Las Elecciones del Cambio: Claves para Interpretar Nuevos Escenarios, Actores y Gobernanza Electoral, moderada por Flavia Freidenberg del IIJ, y que fue inaugurada por Angélica Cuéllar, directora de la FCPyS, Jacqueline Peschard, coordinadora del Seminario Universitario de Transparencia, apuntó que “ante el alud de un solo partido político se requieren contrapesos”.
“Hay un discurso de desaprobación hacia los organismos autónomos, es una señal de alerta. Además, una asimetría de información muy fuerte, con un presidente que habla todos los días y que fija una agenda comunicativa, con limitación a las voces disidentes o de oposición”, opinó.
En su oportunidad, José Woldenberg, académico de la FCPyS, especificó que, de las últimas cuatro elecciones presidenciales, en tres se ha presentado alternancia. Agregó que, de las 33 jornadas electorales más recientes de gobernadores, en 21 también se ha suscitado este fenómeno.
“Eso habla no sólo de que las elecciones funcionan, sino también de que es más fácil ganar desde la oposición, que, desde el gobierno, debido a tres conjuntos de factores: corrupción e impunidad, espiral de violencia, y el impacto en el (de) crecimiento de la economía”, explicó.
Externó que lo que más le preocupa de este momento político en México es que buena parte de lo que se ha construido en la víspera por varias generaciones, se liquide: “No acabemos tirando al niño con el agua sucia”.
“Construimos una germinal democracia. Se logró transitar de una presidencia omnipotente a una acotada con mayor presencia del Congreso. La Suprema Corte ahora tiene un papel muy relevante, surgieron organismos civiles, y esto no es apreciado por gobernantes y una franja social actualmente”, señaló José Woldenberg.
En la mesa en cuestión estuvieron también Felipe Fuentes Barrera, Magistrado Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y Jaime Cárdenas Gracia del IIJ.
(Con información de Gaceta UNAM)