Advierte IC riesgo de covid 19 durante la Semana Santa
Se prevé una tercera ola de contagios de la que no se puede hablar solamente como si fueran números al alza, son personas, familias…
Ciudad de México. La Iglesia Católica señaló que la Semana Santa no es para desentenderse de la realidad que vivimos y emprender acciones que pongan en riesgo a otras personas. “No es tiempo de aglomeraciones, ni de fiestas, ni de ser parte de ese riesgo de una tercera ola» (de la pandemia de coronavirus).
En su editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México, que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes, hizo un llamado para que esta Semana Santa sea un momento de profunda renovación personal.
“Seamos responsables y aprovechemos esta gran oportunidad para la reflexión, que nos ayudará a romper ese encierro, no físico, pero sí mental, que muchas veces nos ata a cosas que nos impiden crecer”, dice.
Indicó que ha pasado un año donde han muerto millones de personas (sólo en México más de 200 mil), en el que millones más se han contagiado de Covid-19, quedado con secuelas, que algunos perdieran su empleo, afectado su economía. “Difícilmente alguien no ha sufrido hoy los golpes de la pandemia”.
Agregó que la salida a esta dura prueba no está en los planes individuales ni en las acciones egoístas. “Está en el trabajo en equipo, en la escucha y el diálogo, en la caridad y la fraternidad.
“Llegamos a la Semana Santa 2021 con muchas heridas que aún están abiertas, con la esperanza que nos han dado los primeros meses de la campaña de vacunación, pero también con una clara advertencia sobre una tercera ola de contagios de la que no se puede hablar solamente como si fueran números al alza.
“Son historias, vidas humanas, historias de dolor, a las que no podemos darles la espalda.
“Miremos el pasado, analicemos el presente y visualicemos el futuro, y respondamos al llamado que nos hace el Papa: ¿qué es lo que nos preocupa realmente?
“Y recordemos, en palabras del Santo Padre, que enmedio del aislamiento, donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado”.
(Con información de La Jornada)