Va May contra ley de derechos humanos para combatir terrorismo
A las críticas del lunes a Theresa May por los recortes en la policía durante sus años al frente de Interior, se sumaron el martes las preguntas sobre si el Gobierno hizo lo suficiente para prevenir el ataque del sábado en Londres, que dejó siete muertos y 48 heridos, tras confirmarse que dos de los tres terroristas habían sido denunciados a las autoridades.
Por la noche, la primera ministra ha reaccionado con dureza al asegurar que cambiará la legislación de derechos humanos, si es necesario, para combatir el terrorismo.
«Me refiero a hacer más para restringir la libertad y los movimientos de sospechosos de terrorismo”, ha dicho. «Si nuestras leyes de derechos humanos nos lo impiden”, ha advertido, “cambiaremos las leyes para poder hacerlo”.
El domingo, apenas 12 horas después del atentado, Theresa May se dirigió a la nación desde la puerta del 10 de Downing Street y defendió que en Reino Unido “hay demasiada tolerancia con el extremismo”.
Pero a medida que avanzaba la investigación, los hechos volvían a chocar con las palabras de la primera ministra. No fue un problema de tolerancia: las autoridades habían sido alertadas del extremismo de dos de los autores del ataque.
El problema es que consideraron que no representaban una amenaza inmediata para la seguridad o no tuvieron medios para cerciorarse de si lo eran.
La policía ha confirmado este martes la identidad del tercer terrorista muerto a tiros el sábado por la noche en Borough Market. Se trata de Youssef Zaghba, de 22 años, italiano de padre marroquí.
Por la tarde, el fiscal boloñés Giuseppe Amato aseguraba que Zaghba había sido interceptado en el aeropuerto de Bolonia en marzo de 2016, cuando trataba de viajar a Siria vía Turquía, y la policía halló propaganda del Estado Islámico en su móvil.
El sujeto no llegó a viajar ni pudieron presentarse cargos contra él, pero permaneció bajo el radar de la inteligencia italiana hasta que poco después se trasladó a Londres. En ese momento, ha asegurado el fiscal italiano, fue notificado a Reino Unido como “posible sospechoso”.
La revelación redobla la presión sobre el Gobierno de Theresa May, después de que el lunes se confirmara que otro de los atacantes, Khuram Shazad Butt, británico de 27 años nacido en Pakistán, había sido denunciado en repetidas ocasiones a las autoridades británicas por su extremismo, del que incluso había hecho gala en un documental televisivo titulado Los vecinos yihadistas.
“¿Por qué no pararon al yihadista de la tele?”, se preguntaba el diario sensacionalista y conservador The Sun en su portada de este martes.
La oposición invita desde el lunes a buscar la respuesta a esta pregunta en los recortes a las fuerzas de seguridad.
Entre 2010 y 2016, años en que Theresa May fue ministra del Interior, el número de agentes de policía bajó en 20 mil, un recorte del 14%. “No hay duda de que menos policías significa más peligro”, ha dicho el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan.
(Con información de El País)