Turquía toma represalias tras muerte de 33 soldados
Pide Turquía a sirios alejarse de los puestos de observación turcos en Idlib, mientras que Moscú acusó a Ankara de ayudar a terroristas
Por lo menos 33 soldados turcos murieron en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, después de un ataque aéreo el jueves atribuido a Damasco, y Turquía tomó represalias inmediatas, haciendo elevar los temores de una escalada generalizada y un nuevo desastre humanitario.
«Sin una acción urgente, el riesgo de una escalada aún mayor crece cada hora», advirtió en un comunicado Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En su nota, señaló que Guterres «reitera su llamado a un alto el fuego inmediato y expresa particular preocupación por el riesgo para los civiles de la escalada de acciones militares».
Por su parte, luego de una conversación telefónica con la canciller turca, Mevlut Cavusoglu, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los «ataques indiscriminados» realizados por Siria y llamó a las partes a «desescalar» las tensiones.
De acuerdo con Stoltenberg, es urgente «evitar que se agrave aún más la deplorable situación humanitaria en la región».
Por su parte, el departamento estadounidense de Estado indicó que Washington apoya «a nuestro aliado de la OTAN, Turquía, y seguimos llamando a un cese inmediato de la odiosa ofensiva de Siria, Rusia y las fuerzas sostenidas por Irán».
Represalia turca
En una clara señal de las posibilidades reales de un agravamiento de la situación, el gobierno turco anunció que bombardeó «posiciones» de las fuerzas sirias, en represalia por la muerte de sus soldados.
Además de los 33 soldados muertos, otros 36 resultaron heridos y fueron trasladados a territorio para recibir tratamiento, dijo Rahmi Dogan, el gobernador de la provincia turca de Hatay, que se encuentra en la frontera con Siria.
Las grandes pérdidas se producen después de semanas de crecientes tensiones entre Turquía y Rusia, un firme aliado de Siria.
Turquía instó al gobierno sirio a alejarse de los puestos de observación turcos en Idlib, mientras que Moscú acusó a Ankara de ayudar a «terroristas» en territorio sirio.
En virtud de un acuerdo de 2018 con Rusia destinado a calmar la región de Idlib, Turquía tiene 12 puestos de observación en la zona, pero varios de ellos han sido atacados por tropas sirias.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, convocó a toda prisa una reunión de emergencia en Ankara después del ataque en Idlib, a la que asistieron los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores, así como el jefe de inteligencia y los comandantes militares.
El principal asesor de prensa de Erdogan, Fahrettin Altun, dijo que el ejército turco tomó represalias contra todas las posiciones conocidas de las tropas sirias por aire y tierra después del ataque aéreo.
En un comunicado, Altun pidió a la comunidad internacional que cumpla con sus responsabilidades para poner fin a la violencia en Idlib y los «crímenes de lesa humanidad» del gobierno sirio.
El último ataque significa que 49 miembros del personal de seguridad turco ya murieron en Idlib este mes.
Parecía haber un acceso restringido a Twitter, Instagram y otras redes sociales en Turquía, luego de que usuarios informaron que no podían usar los sitios web.
Hubo una oleada de actividad diplomática mientras el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, habló por teléfono con el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, informó la agencia estatal de noticias Anadolu sin dar detalles.
Una nueva ronda de conversaciones entre rusos y turcos para encontrar una solución a la crisis de Idlib terminó el jueves en Ankara, sin cualquier resultado concluyente.
Oleada de desplazados
Con el apoyo de la fuerza aérea rusa, Siria lanzó una ofensiva en diciembre para recuperar la última fortaleza rebelde y yihadista de Idlib.
Siria y Rusia aumentaron el ritmo de las operaciones en semanas recientes y se han apoderado de varias localidades en esta provincia fronteriza de Turquía.
Sin embargo, los grupos rebeldes, algunos de los cuales son apoyados por Turquía, contraatacaron y recuperaron la ciudad de Saraqeb el jueves, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Al tomar esa ciudad, los yihadistas y los rebeldes cortaron la autopista M5 que conecta la capital, Damasco, con Alepo, en el norte del país.
Los miembros occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU pidieron el jueves un «alto el fuego humanitario», una propuesta que se estrelló con el veto ruso.
Siete civiles, incluidos tres niños, murieron el jueves en bombardeos sirios y rusos en la provincia de Idlib, según el OSDH.
Desde diciembre, más de 400 civiles han muerto en los bombardeos, según el OSDH, y más de 948.000 personas, incluidos más de medio millón de niños, han sido desplazadas, de acuerdo con la ONU.
Turquía tiene un interés especial en la región de Idlib porque pretende evitar otra oleada de desplazados, porque el país ya recibió 3,6 de desplazados sirios en su territorio.
Como parte de un acuerdo firmado en 2016 en Bruselas, Turquía se ha comprometido a evitar el paso de migrantes por su territorio hacia Europa, en particular a través de Grecia.
(Con información de AFP)