Tras bombardeo de EU a Siria, inician investigación

Los investigadores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) iniciaron el domingo la investigación del presunto ataque químico cerca de Damasco que motivó bombardeos occidentales sin precedentes contra el régimen sirio.

El presidente ruso, Vladimir Putin, el principal aliado del régimen de Bashar al Asad, advirtió que nuevos ataques de las potencias occidentales contra Siria provocarían «caos» en las relaciones internacionales.

Mientras, Washington dijo que anunciará el lunes nuevas sanciones contra Rusia en relación con el presunto uso de armas químicas por parte de tropas del gobierno sirio.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido lanzaron misiles en un ataque coordinado el sábado contra sitios sospechosos de almacenar o preparar armas químicas, pero en lugares que estaban vacíos. Horas después de los ataques, los tres países volvieron a destacar la importancia de seguir la senda diplomática.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió el domingo la operación militar que celebró con la polémica frase de «Misión cumplida».

«La incursión siria se llevó a cabo tan perfectamente, con tanta precisión, que la única forma en que los ‘medios de comunicación falsos’ pudieron degradarla fue mediante mi uso del término ‘Misión cumplida'», indicó Trump en la red Twitter.

Sin embargo, tanto Damasco como la oposición siria subestimaron el impacto de los bombardeos.

Un equipo de expertos internacionales, con sede en La Haya, llegó a Damasco horas después de estos bombardeos con el objetivo de indagar sobre el ataque del 7 de abril en Duma, al este de la capital.

Las potencias occidentales sostienen que hubo un ataque en el que se emplearon cloro y gas sarín y mató a decenas de personas.

El viceministro de Asuntos Exteriores, Faisal Mokdad, ingresó al hotel Four Seasons donde se encuentran los investigadores y abandonó ese lugar tres horas después, constató un reportero de AFP.

El equipo de expertos generalmente comienza su investigación reuniéndose con altos funcionarios, pero todas las conversaciones al respecto se realizan a puerta cerrada y ambas partes impusieron como condición que sean en un estricto hermetismo.

«Dejaremos al equipo que haga su trabajo de forma profesional, objetiva, imparcial, y lejos de cualquier presión», dijo a AFP el viceministro sirio de Relaciones Exteriores, Ayman Susan.

La propia OPAQ había declarado que las reservas de armas químicas del gobierno sirio se habían retirado en 2014, aunque luego confirmaron que en el ataque de 2017 en Jan Sheijun se había empleado gas sarín.

Investigación complicada

Los inspectores de la OPAQ tienen por delante una ardua tarea, ya que todos los actores importantes anticiparon sus resultados. Las potencias occidentales justificaron sus ataques afirmando que ya disponían de pruebas del uso de armas químicas.

El equipo de la OPAQ también tendrá que lidiar con el riesgo de que se hayan podido eliminar pruebas del lugar, situado en una zona que la semana pasada estuvo controlada por la policía militar rusa y las fuerzas sirias.

«Siempre hay que tener en cuenta esa posibilidad y los investigadores buscarán pruebas que muestren si el lugar del incidente fue alterado», señaló Ralf Trapp, consultor y miembro de una misión anterior de la OPAQ a Siria.

Según funcionarios estadounidenses, en la operación del sábado participaron tres destructores estadounidenses, una fragata francesa y un submarino estadounidense localizados en el mar Rojo, el Golfo y el Mediterráneo oriental; así como aviones de combate de las tres potencias.

Presión diplomática

Según el Pentágono no hay previstas más acciones militares, pero la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, advirtió que su país «está cargado y listo» si hubiera otro ataque químico.

En un borrador de resolución del que la AFP obtuvo una copia, el Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunió de emergencia el sábado, solicitó la entrega de ayuda humanitaria sin obstáculos y la aplicación de un alto el fuego, además de pedir que Siria se comprometa en las conversaciones de paz apadrinadas por la ONU.

El presidente francés, Emmanuel Macron, y otros líderes occidentales, pidieron que tras los ataques se persiga una ofensiva diplomática para terminar con la guerra en Siria, que en siete años dejó más de 350.000 muertos y millones de desplazados.

Rusia ha bloqueado innumerables resoluciones en el Consejo de Seguridad contra el régimen de Damasco, al que respalda y el cual sigue determinado a reconquistar toda Siria.

La noche del sábado, el ejército sirio anunció la reconquista total de Guta Oriental, un antiguo bastión rebelde al este de Damasco en el que se encuentra Duma.

El régimen y las fuerzas aliadas apuntan ahora a otros distritos del sur de Damasco aún controlados por el grupo yihadista Estado Islámico y probablemente a Deraa, donde comenzaron las protestas contra Al Asad en marzo de 2011.

(Con información de AFP)

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