Taiwán insta al planeta a contener las ambiciones de Pekín
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, urgió el lunes a la comunidad internacional a «contener» las ambiciones chinas mediante la defensa de las libertades, calificando a su gran vecino como una amenaza planetaria para la democracia.
La isla, dirigida por un régimen rival desde el fin de la guerra civil china en 1949, está sometida a «inmensas presiones» desde el otro lado del estrecho de Formosa, declaró Tsai a la AFP en una entrevista exclusiva.
La presidenta, de 61 años, pidió a otros países sumar sus fuerzas a las de Taiwán para defenderse contra las ambiciones expansionistas de China y proteger los valores de libertad.
«No es solo un desafío para Taiwán, es un desafío para la región y para el mundo entero. Porque hoy, es Taiwán, pero mañana cualquier otro país podría tener que afrontar la expansión de la influencia china», advirtió.
«Su democracia, su libertad, su libertad de hacer negocios podrían verse un día afectadas por China», insistió esta exprofesora de Derecho.
«Tenemos que trabajar juntos para reafirmar los valores de la democracia y de la libertad para contener a China y minimizar la expansión de su influencia hegemónica».
Taiwán es de facto independiente pero Pekín nunca renunció formalmente a retomar su control a la fuerza.
Desde la llegada al poder de Tsai, hace dos años, China no ha dejado de dar muestras en esa dirección.
En Pekín, la presidencia de Xi Jinping está marcada por la retórica del «gran renacimiento de la nación china» y ha dejado muy claro que las amenazas contra la integridad territorial de China no serán toleradas.
Aislamiento diplomático
El régimen comunista rompió los contactos oficiales con Tsai, cuya formación, el Partido Democrático Progesista (PDP) apoya tradicionalmente la independencia y es vista con gran recelo por Pekín.
China ha presionado, con éxito, a importantes empresas internacionales para que incluyan en sus sitios web a Taiwán como parte de China.
También ha conseguido excluir a la isla de grandes eventos internacionales y canta victoria cada vez que consigue aislarla en el plano diplomático.
En mayo, Burkina Faso se convirtió en el último país hasta la fecha en romper relaciones con Taiwán. Solo 18 Estados reconocen actualmente a la isla.
China tiene que ser «consciente de su propia responsabilidad» en la región y «abrir el diálogo con Taiwán», prosiguió Tsai.
El colosal proyecto chino sobre las «Nuevas rutas de la seda», con infraestructuras a través de Asia, Europa y África, se ve como una estrategia para afianzar su influencia. También preocupan las instalaciones militares que el gigante asiático construye en remotos islotes del mar de China Meridional.
Pero, pese a ello, la mandataria taiwanesa se dice dispuesta a reunirse con Xi Jinping.
«Por supuesto, espero que durante mi mandado como presidenta, las dos partes encontrarán la ocasión de sentarse y hablar».
La cumbre de Singapur como ejemplo
La cumbre de Singapur entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, es una «tema para reflexionar», afirmó.
«Sus dos países están muy alejados en términos de valores culturales y otros, y también por sus posiciones respectivas».
«Pero fueron capaces de sentarse y hablar en Singapur teniendo basándose en el respeto y la reciprocidad mutuos. Creo que se trata de un avance positivo para la comunidad internacional. También es alentador para los países que no están en la misma sintonía».
Un encuentro con Xi se llevaría a cabo sin condiciones previas y en pie de igualdad, agregó, reiterando una posición ya conocida.
Pero China insiste en que ella tiene primero que aceptar que la isla forma parte de «una sola China», lo que Tsai siempre rechazó.
La presidenta también afirmó que se sentía respaldada por el «apoyo creciente» de Estados Unidos, que sigue siendo el principal aliado de la isla y que recientemente adoptó una legislación que abría la vía a visitas al más alto nivel y aconsejaba el refuerzo de intercambios militares.
Hacer de Taiwán un promotor de la democracia en Asia no es fácil, reconoce Tsai, blanco de críticas sexistas por parte de los opositores prochinos que le reprochan ser soltera y sin hijos.
«Hay momentos, por supuesto, en que sentimos la frustración pero renunciar no es una opción para el pueblo de Taiwán», abundó.
(Con información de AFP)