Soluciones reales y concretas propone Trudeau en el G7
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, promete una «agenda progresista» en su presidencia del G7, a partir del 1 de enero de 2018, pero las discusiones están en riesgo de ser monopolizadas por el cambio climático.
La presidencia del grupo llega en un momento en el que el gobierno de Trudeau ha luchado con la difícil renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Estados Unidos y México, a petición del presidente Donald Trump, en medio de su exaltación por el proteccionismo estadounidense.
La equidad de género, el cambio climático y el crecimiento económico «que funciona para todos» están entre las prioridades de Ottawa para el grupo que reúne a las economías más grandes y avanzadas del mundo: Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos.
Trudeau dijo en un comunicado que quiere que las discusiones se centren en «encontrar soluciones reales y concretas» a estos asuntos.
Los líderes del grupo de las siete naciones industrializadas se encontrarán el 8 y 9 de junio en Le Manoir Richelieu, un popular destino turístico ubicado a unos 150 kilómetros al noreste de la ciudad de Quebec.
En ese paisaje idílico rodeado de mar y montañas, donde el río Saint Lawrence se encuentra con el océano, el calentamiento global promete ser una vez más la principal manzana de la discordia, como ocurrió en la última cumbre en Italia, según John Kirton, director del grupo de investigación sobre el G7 en la Universidad de Toronto.
Trump fue el paria del clima en las pláticas en Taormina, Italia, donde anunció el retiro de Washington del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
En un intento por evitar nuevas tensiones, Canadá propuso ampliar la discusión sobre el tema para incluir el de «océanos y energías limpias», según el despacho del primer ministro.
Canadá enmarcó «muy apropiadamente» este segmento de las pláticas alrededor de los océanos, dijo Kirton a la AFP, y recordó el aumento del nivel del mar y los grandes daños causados por tormentas en Estados Unidos y el Caribe.
«Cada gran ciudad de Estados Unidos, excepto Chicago, está en la costa», lo que las hace «vulnerables» a los impactos climáticos, explicó.
«El percepción (por el clima) en Estados Unidos está cambiando a nivel regional y eso llegará muy rápidamente al Congreso a medida que se acercan las elecciones de medio periodo» de 2018, aseguró Kirton. «Entonces, (esa batalla) aún no termina».
A Trump «le gusta» Trudeau
«A Trump realmente le gusta Trudeau», añadió Kirton, sugiriendo que el canadiense tiene una puerta para «encontrar la manera de cambiar lo que piensa» el mandatario estadounidense sobre el Acuerdo de París.
Muchos esperan que se alcance un acuerdo sobre el TLCAN antes de la cumbre del G7, lo que permitiría a Trudeau enfocar la discusión en asuntos de igualdad de género y medioambiente, a la vez que intenta convencer a Trump sobre el tema climático.
Corea del Norte, considerada «la segunda gran amenaza de extinción global tras el cambio climático», también será un asunto delicado para los líderes.
Canadá y Estados Unidos organizarán conjuntamente en enero pláticas sobre la crisis norcoreana en Vancouver con ministros de exteriores de 16 países.
Por otro lado, Kirton también es «optimista» respecto al impulso de Canadá para incluir cláusulas de igualdad de género en pactos comerciales y acuerdos de seguridad tenga sus frutos.
«Ivanka Trump le vendió esa idea a su padre», aseguró.
(Con información de AFP)