Solución a masacres es vender más armas: republicanos
Además, pobladores cuestionan la tardía acción de la policía para detener al agresor, pues el joven estuvo casi una hora en la escuela
Nueva York, Estados Unidos. “¿Qué quieren que les diga?… qué sólo escucho los gritos de mis alumnos y que no los puedo ayudar”, exclamó una maestra de la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, mientras que políticos pro armas insisten en que la respuesta para evitar estas tragedias es más armas -incluyendo armar a maestros- a pesar de que no hay evidencia de que esa sea una solución y cuando por el momento la gran interrogante es por qué oficiales de seguridad pública tardaron casi una hora en parar al joven asesino mientras mataba a 19 niños y dos maestras y hería a 17 más el martes.
La maestra, que dice estar aterrorizada ya que nada será normal, comentó a NBC News que sus alumnos, al escuchar los primeros tiros, hicieron todo lo que han practicado durante años en los ejercicios que se realizan en escuelas públicas para prepararse ante un ataque con armas de fuego. Eso es tan común que ya forma parte del currículum escolar.
La portada del periódico local, Uvalde Leader-News, es una plana entera negra sin una sola palabra más que la fecha 24 mayo 2022, y el luto que invade el pueblo de Uvalde a dos días de lo que ya no se puede decir es “lo inimaginable” -porque hay en promedio 1.6 tiroteos masivos al día en el país, y este tiroteo en una escuela es uno de 27 en lo que va este año- hubo un récord de 236 incidentes en 2021, según cifras oficiales.
A 48 horas después de la tragedia, políticos republicanos estatales y federales continuaron insistiendo en que mayores controles sobre las armas no son la solución, sino más bien todo lo contrario al continuar proponiendo armar a maestros y administradores, y dedicar más fondos a oficiales de seguridad armados en escuelas. Pero en Uvalde ya existe una fuerza policiaca escolar.
Por cierto, hay evidencia de que con el incremento dramático de oficiales armados en las escuelas por todo el país, han aumentado los incidentes de uso de armas en esos planteles. Más aún, la presencia mayor de oficiales armados en las escuelas no ha reducido el número de tiroteos en las escuelas, reporta The Intercept.
Pero más allá del debate que siempre se detona con cada tiroteo de este tipo, en Uvalde la interrogante inmediata es: ¿cómo fue posible que la policía no persiguió de inmediato al asesino y permitió que siguiera adentro en su hazaña sangrienta durante casi una hora antes de actuar?
Padres de familia que acudieron de inmediato a la escuela el martes mientras escuchaban disparos, exhortaron a la policía que ingresara para frenar al asesino y cuando no respondieron, varios de los padres intentaron hacerlo por sí mismos pero fueron impedidos por la policía, incluso con uso de fuerza, reportó desde el pueblo la agencia Ap. Videos desde la escena muestran a padres desesperados, con una madre gritando “¿por qué están dejando morir a los niños? Están disparando ahí adentro”.
No ayudó a clarificar mucho de lo ocurrido cuando este jueves las autoridades locales revelaron más detalles, entre ellos que no había estado presente un policía escolar cuando ingresó el asesino, contradiciendo la primera versión que ofrecieron. Informaron que policías locales sí ingresaron cuatro minutos después de que entró el asesino pero se retiraron después de intercambiar disparos con Salvador Ramos de 18 años. Según las autoridades, la crisis no acabó hasta que un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza entró y encontró al asesino en una aula de cuarto grado donde lo mataron.
Mientras tanto, se comparten las historias de la búsqueda frenética de padres de sus hijos inmediatamente después del tiroteo. Uno de los padres, Ángel Garza quien estaba trabajando como asistente médico en la escena del crimen y atendió a una niña cubierta de sangre. “Estaba histérica, diciendo que habían baleado a su mejor amiga, que mataron a su mejor amiga, que no está respirando…. Le pregunté el nombre de su amiga y me dijo ‘Amerie”. Así se entero Garza que su hija de 10 años de edad era una de las 21 víctimas mortales, narró el padre en entrevista con CNN.
Otra madre contó que se despidió de su hija esa mañana “y le dijimos que la queríamos y que pasaríamos por ella después de la escuela. No teníamos idea de que era un adiós”.
Por su parte, los dos sindicatos nacionales del magisterio, el National Education Association y United Federation of Teachers, deploraron el incidente. “Tragedias como ésta continúan sucediendo mientras los oficiales electos no hacen nada… ¿Cuántos tiroteos más necesitan ocurrir antes de que estos legisladores asuman responsabilidad y aborden el tema de seguridad ante las armas?’, declaró el NEA.
Mientras tanto, en Uvalde, con más del 80 por ciento de su población latina, las autoridades federales migratorias amablemente anunciaron que no arrestarán y deportarán “por ahora” a inmigrantes indocumentados que han sufrido en esta tragedia. Uvalde queda dentro de la zona de 100 millas de la frontera donde puede operar la Patrulla Fronteriza.
Aunque líderes republicanos y sus aliados, sobre todo en Texas, consideran el derecho a las armas como algo sagrado, se anunció que en la convención nacional de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) programada para iniciar este viernes en Houston, las armas serán prohibidas durante el discurso que ofrecerá Donald Trump.
Nuevas encuestas realizadas después de este último incidente confirman la misma tendencia de los últimos años: en un sondeo de Morning Consult una abrumadora mayoría favorece mayores controles básicos en la venta y uso de armas, incluyendo verificación de los compradores y la prohibición de rifles de asalto como el usado en Uvalde y tantos otros tiroteos escolares.
Algunos promotores de mayores controles sobre las armas solicitan una ”insurgencia civil” para presionar a legisladores a hacer algo. Pero por ahora, el Senado está a punto de iniciar un receso de 10 días sin tomar ninguna acción en respuesta a otra tragedia más con armas en una escuela.
(Con información de La Jornada)