Siria intensifica bombardeos contra un enclave rebelde

El régimen sirio bombardeó nuevamente este miércoles el enclave rebelde de Guta Oriental, cerca de Damasco, matando al menos a 34 civiles, en una nueva jornada de intensos ataques.

Socorristas y hospitales estaban desbordados ante el flujo de víctimas en las diferentes localidades de este vasto enclave asediado, donde más de 145 civiles murieron en bombardeos aéreos en los últimos tres días.

De una intensidad poco habitual, estos bombardeos aéreos tienen lugar en un momento en que surgen nuevas sospechas sobre la utilización de armas químicas, y en particular cloro, por el régimen de Bashar al Asad.

El cielo rugió este miércoles sobre varias localidades, especialmente Hamuriye y Beit Sawa, y 34 civiles, entre ellos 12 niños perdieron la vida, indicó el OSDH, que dispone de una amplia red de fuentes en el país.

Uno de esos menores era la hija pequeña de Abu Raad, un hombre de Guta Oriental que estaba conmocionado.

«Los servicios de rescate están buscando a mi segunda hija, pero no la encuentran. ¿Qué hago?», lamentaba.

En Hamuriye, un joven observaba los cuerpos de cinco niños, entre ellos su hermano pequeño, que habían muerto en un ataque aéreo.

«Los vi recogiendo agua y unos minutos después el avión atacó. Regresé y los encontré muertos a los cinco», relató.

Solo el martes, los bombardeos contra esta región dejaron 80 civiles muertos –entre ellos 19 niños y 20 mujeres– y casi 200 heridos, afirmó el OSDH.

«¿Línea roja?»

En una aparente represalia, un ataque con misil rebelde contra un barrio de la periferia de Damasco mató a un niño e hirió a dos personas, informó la agencia estatal SANA, que dijo que el fuego procedía de Guta Oriental, citando fuentes policiales.

Con cerca de 400 mil habitantes asediados por las fuerzas del régimen desde 2013, Guta Oriental es una de las cuatro zonas de distensión establecidas el año pasado en Siria.

Pero el alto el fuego quedó en papel mojado. El lunes, los ataques aéreos y los disparos de artillería ya habían matado a 31 civiles.

La guerra que sacude Siria desde 2011 se ha ido complicando progresivamente sobre un terreno cada vez más fragmentado y ha dejado más de 340.000 muertos.

Y ahora vuelve a emerger la sospecha de utilización de armas químicas.

El miércoles, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) afirmó que está investigando las informaciones sobre este tipo de ataques en Siria por parte del régimen.

«Las acusaciones recientes relativas a la utilización de armas químicas en Siria siguen siendo una fuente de grave preocupación» y la OPAQ «estudia todas las acusaciones fiables», informó en un comunicado la organización internacional con sede en La Haya.

Se reúne Consejo de seguridad

El Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá el jueves una reunión a puerta cerrada para debatir una petición de funcionarios de la organización para pactar un alto al fuego humanitario de un mes en Siria, informaron fuentes diplomáticas.

El coordinador humanitario de la ONU para Siria, Panos Moumtzis, solicitó una tregua de un mes para permitir que la ayuda humanitaria llegue a los civiles de Guta Oriental.

«Estamos particularmente preocupados por los ataques contra civiles y objetivos civiles, como hospitales. Estos ataques agravan aún más el sufrimiento civil y comportan un gran número de desplazamientos», aseguró el embajador de Suecia en la ONU, Olof Skoog.

«Un alto al fuego humanitario permitiría entregar asistencia para salvar vidas y evacuar a cientos de pacientes en estado crítico que necesitan tratamiento urgentemente» en Guta Oriental, explicó Skoog.

Más de 13.1 millones de sirios necesitan ayuda humanitaria, incluidos los 6,1 millones de desplazados en el interior del país.

En las últimas semanas habrían tenido lugar dos presuntos ataques químicos del régimen, uno en Saraqeb, una localidad de la provincia de Idlib (noroeste), donde el OSDH informó de 11 casos de sofocación, y el otro en Guta Oriental.

 ‘Campaña de propaganda’

Hay «pruebas evidentes» para confirmar el recurso al cloro, había dicho el lunes la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley.

Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano afirmó haber contabilizado seis ataques sospechosos en Siria en los últimos 30 días.

El martes, la ONU anunció haber abierto una investigación sobre el uso de armas químicas y pidió un alto el fuego de un mes en el conjunto del territorio sirio.

Rusia, aliado del régimen de Bashar al Asad, denunció una «campaña de propaganda» destinada a «acusar al gobierno sirio» de ataques «cuyos ataques no fueron identificados».

Por su parte, el gobierno de Damasco negó categóricamente el uso de armas químicas.

(Con información de AFP)

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