Rusia imita a EU y legisla contra medios extranjeros

Los diputados rusos respaldaron una ley que permite declarar «agente extranjero» a cualquier medio de comunicación internacional, en respuesta a una medida similar en EU contra la televisión rusa RT.

Esta ley constituye un nuevo episodio de las tensiones entre Rusia y Estados Unidos vinculadas a las acusaciones de injerencia rusa en la campaña presidencial ganada por Donald Trump en 2016.

La ley, adoptada por unanimidad por la Duma, la cámara baja del parlamento ruso, debe ser validada por el Consejo de la Federación, la cámara alta, y promulgada por el presidente ruso Vladimir Putin.

«Los ataques a la libertad de los medios de comunicación rusos en el extranjero no pueden quedar sin respuesta», explicó a los periodistas el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.

Formalmente, los diputados extienden a los medios de comunicación una ley de 2012 hasta ahora aplicable a las oenegés. El Ministerio de Justicia será el que decida qué medio queda registrado como «agente extranjero».

Esta medida podrá aplicarse a cualquier entidad «que distribuya mensajes impresos, de audio o audiovisuales» si «recibe dinero de un gobierno extranjero» u «organizaciones extranjeras o internacionales, o de ciudadanos extranjeros».

Algunos parlamentarios estimaron que la nueva ley podría aplicarse a Voice of America y Radio Free Europe/Radio Liberty, dos radios financiadas por el Congreso de Estados Unidos, e incluso a las cadenas estadounidense CNN o alemana Deutsche Welle.

«Es una decisión que nos vemos obligados a tomar. Nadie quería tomarla y no tiene impacto en la libertad de prensa en el país», declaró el vicepresidente de la Duma, Piotr Tolstoi, citado por la agencia de prensa Ria Novosti.

La ley de 2012 sobre los «agentes extranjeros» obliga a las oenegés con financiación del extranjero y «actividad política» a registrarse bajo esa polémica denominación, que recuerda a la usada durante la Unión Soviética para calificar a los disidentes.

Esto obliga a las organizaciones afectadas a dar información a las autoridades sobre su situación financiera y a precisar en toda su documentación que han sido catalogadas de agentes extranjeros.

Otra ley, votada en 2015, que complementa la de 2012, permite calificar de «indeseables» a organizaciones extranjeras activas en Rusia y eventualmente prohibirlas, ya sean oenegés, fundaciones o empresas.

Tras la adopción de esas dos leyes, varias oenegés tuvieron que renunciar a un financiamiento proveniente del extranjero y otras dejaron de funcionar.

«Esta ley es un duro golpe para la libertad de prensa en Rusia», denunció en un comunicado Denis Krivosheyev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.

El lunes el canal ruso RT anunció haberse sometido a la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) que obliga a las compañías que representan a un país o a una organización extranjera a rendir cuentas a las autoridades estadounidenses sobre sus relaciones con ese Estado o institución.

Esa exigencia había provocado la ira de Rusia. Vladimir Putin había denunciado un «ataque contra la libertad de expresión» que exigía una «respuesta adecuada y similar».

Para el Kremlin, la misión de RT consiste simplemente en aportar un «punto de vista alternativo» y una «percepción de la posición rusa» a los telespectadores extranjeros.

Estados Unidos acusa a RT y a la agencia de prensa Sputnik, controladas por el estado ruso y que emiten en varios idiomas, de ser agencias de propaganda del gobierno ruso y las sospecha de haber intentado influenciar la campaña electoral estadounidense en 2016.

(Con información de AFP)

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