Rusia da a Kiev opción para concretar el fin de la guerra
Moscú pide la rendición de las fuerzas nacionalistas en Ucrania y el reconocimiento del estatus actual de Crimea, entre otros puntos
Moscú. Rusia podría terminar con su operación militar en Ucrania antes de finalizar la jornada, si Kiev ordena a las formaciones nacionalistas deponer sus armas, patentizó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
La parte ucraniana puede lograr que todo termine antes de finalizar el día, solo hace falta una orden a los grupos nacionalistas para que depongan las armas. Además, deben cumplir con las exigencias de Rusia, comentó el portavoz.
Moscú demandó en marzo último la rendición de las fuerzas nacionalistas y el reconocimiento del estatus actual de Crimea, bajo jurisdicción rusa desde marzo de 2014, entre otros puntos, como condición para finalizar las hostilidades.
Al comentar las declaraciones del presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, sobre su intención de poner fin a los combates antes de la llegada del próximo invierno, Peskov aclaró que en ese caso se trata solo de reflexiones de ese jefe de Estado.
Nosotros solo nos orientamos por las declaraciones de nuestro mandatario (Vladimir Putin) de que la operación se realiza según lo planificado y se alcanzan todos los objetivos, comentó el vocero.
Al responder una pregunta de la prensa sobre si la operación bélica, cuyo inicio anunció Putin el pasado 24 de febrero, tenía algún límite de tiempo, Peskov afirmó que no, señaló el servicio de prensa del Kremlin.
El mandatario ruso explicó en su momento que la acción militar en Ucrania busca proteger la población de la región rebelde de Donbass, así como desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
Durante las últimas semanas, las fuerzas rusas lograron controlar la ciudad de Severodonetsk, convertida en centro administrativo de la parte de la región de Lugansk controlada por el ejército de Ucrania, en medio del conflicto en la cuenca hullera del Donbass.
Tras el golpe de estado en Kiev, en febrero de 2014, perpetrado por la derecha, con apoyo de ultranacionalistas y paramilitares neonazis, Lugansk, junto con la región de Donetsk, declaró su independencia, en medio de una operación de castigo del ejército ucraniano.
Las fuerzas rusas y las milicias rebeldes intentan controlar ahora la localidad de Lisichiansk, el último punto importante en Lugansk bajo control de las tropas ucranianas, destacó la prensa capitalina.
(Con información de Prensa Latina)