Ricos indonesios utilizan a pobres para evadir al fisco
La evasión fiscal cuesta miles de millones de dólares cada año a Indonesia y frena el desarrollo de la primera economía del sudeste asiático
Nadie se sorprendió tanto como Dimas Prayitno, un obrero indonesio de 21 años, al enterarse de que era el propietario de un Rolls-Royce, y debía 15 mil dólares en impuestos atrasados por este vehículo de lujo.
Pero tras haber visto la vivienda de este obrero de la construcción en un barrio pobre de la capital, Yakarta, las autoridades fiscales concluyeron que era víctima de un plan de evasión fiscal al que recurre parte de la élite indonesia.
La evasión fiscal cuesta miles de millones de dólares cada año a Indonesia y frena el desarrollo de la primera economía del sudeste asiático.
“Estaba en estado de shock y pregunté: ¿de qué coche me está hablando?”, a los inspectores de impuestos que llegaron a su casa, cuenta Dimas Prayitno a la AFP.
“¿Cómo iba a poder pagar yo un coche viviendo en una casa como esta?”, agrega.
El obrero, que gana como máximo 150 mil rupias (10 dólares) por día, se enteró de que un antiguo jefe le había engañado.
Le pidió el documento de identidad, supuestamente para trámites administrativos, y lo usó para registrar el coche de lujo a su nombre y evitar pagar impuestos.
En Yakarta, donde la brecha entre ricos y pobres es enorme, unos 350 Rolls-Royce, Ferrari y otros automóviles de lujo están registrados bajo identidades falsas, con frecuencia tomadas prestadas de habitantes muy humildes, según Hacienda.
Contrabando
Es uno de los muchos ardides utilizados para eludir pagar impuestos.
En diciembre, el presidente director general de la compañía aérea nacional Garuda Indonesia fue despedido después de ser sorprendido intentando pasar de contrabando una Harley-Davidson y bicicletas de lujo a bordo de un avión.
Días más tarde, los aduaneros anunciaron haber descubierto una red de importación de decenas de vehículos y de motos de lujo de contrabando en contenedores marítimos que habría ahorrado a los compradores alrededor de 3 millones de dólares.
“Acabaremos con estas acciones ilegales”, afirmó la ministra de Finanzas, Sri Mulyani. Los documentos afirmaban que “los contenedores llevaban ladrillos, pero hemos encontrado coches”.
El año pasado, la oenegé estadounidense Integridad Financiera Mundial (GFI por sus siglas en inglés) estimó en 6.500 millones de dólares la cantidad de ingresos fiscales que Indonesia no recaudó en 2016 debido a las falsas declaraciones en el comercio de bienes importados o exportados.
La ratio impuestos/PIB, de alrededor del 10%, es una de las más bajas de la región, lo que ha llevado al Banco Mundial a pedir en enero un esfuerzo para recaudar mejor los impuestos necesarios para el desarrollo del país.
Este llamamiento se produce cuando el parlamento examina un paquete de medidas para reducir los impuestos corporativos, aumentar los de los gigantes de internet, disminuir los trámites burocráticos e incrementar la flexibilidad en la legislación laboral, con el fin de estimular el crecimiento.
También se necesita una mejor recaudación para llevar a cabo los ambiciosos proyectos de infraestructuras prometidos por el presidente Joko Widodo para su segundo mandato, incluida la creación de una nueva capital en la isla de Borneo.
“Manipulado”
En 2016, Yakarta propuso una amnistía para presionar a los contribuyentes a declarar activos ocultos. Recuperó así casi 10.000 millones de dólares.
Pero queda mucho por hacer para identificar a los propietarios reales de vehículos, compañías o propiedades registrados bajo nombres prestados.
“Es un problema que viene de lejos, y si el gobierno consiguiera acabar con él, estimularía la recaudación de impuestos”, recalca Nurkholis Hidayat, investigador de la oenegé indonesia Fair Tax Forum.
Recientemente las autoridades fiscales empezaron a colocar etiquetas adhesivas con el mensaje “impuestos no pagados” en vehículos de los barrios ricos.
Pero para las víctimas como Dimas Prayitno, el daño ya está hecho. Le gustaría convertirse en conductor de mototaxi, pero los bancos se niegan a prestarle dinero para comprarse una motocicleta debido a los impuestos no pagados por “su” Rolls-Royce.
“Me han rechazado un préstamo tres veces debido a este problema fiscal”, pese a que los bancos saben “que he sido manipulado”, lamenta.
(Con información de AFP)