Reino Unido aprueba extradicción de Assange a EU
El fundador de WikiLeaks tendrá 14 días para apelar la orden dada por Patel, señaló el portavoz de la ministra del Interior
Londres, Inglaterra. El gobierno británico aprobó la extradición del fundador de WikiLeaks Julian Assange a Estados Unidos, donde podría ser condenado a 175 años de cárcel por presuntas violaciones de la ley de espionaje.
La decisión fue anunciada por el despacho de la ministra del Interior, Priti Patel, quien tenía en sus manos el destino del periodista australiano después que el Tribunal Superior de Londres aceptó en abril pasado la apelación de los fiscales estadounidenses contra la decisión de una jueza de primera instancia que se negó a extraditarlo por problemas de salud.
Según el vocero, la decisión se tomó a partir de los argumentos presentados por la corte de magistrados y el tribunal superior, que no encontraron, dijo, que la entrega de Assange a la justicia estadounidense sea opresiva, injusta o un abuso del debido proceso.
Tras aclarar que el fundador de WikiLeaks tendrá 14 días para apelar la orden dada por Patel, el portavoz agregó que tampoco existen evidencias de que la extradición sea incompatible con sus derechos humanos, incluido el derecho a tener un juicio justo y a la libertad de expresión.
Assange está encerrado en una cárcel de máxima seguridad británica desde que Ecuador le retiró en 2019 el asilo político otorgado siete años antes, y permitió que la policía lo arrestara en su embajada en esta capital.
Estados Unidos pretende juzgarlo por sacar a la luz crímenes de guerra cometidos por los militares estadounidenses en Iraq y Afganistán y miles de archivos secretos de la diplomacia norteamericana.
En enero pasado, una jueza de primera instancia se opuso a la extradición del periodista por temor a que atentara contra su vida de ser encarcelado en Estados Unidos, pero cuatro meses después, el Tribunal Superior aceptó la apelación de la fiscalía norteamericana, por lo que el veredicto final quedó en manos de Patel.
De ser juzgado y declarado culpable por un tribunal norteamericano, el periodista australiano podría ser condenado a 175 años de cárcel a partir de los 17 cargos relacionados con la ley de espionaje que se le imputan.
(Con información de Prensa Latina)