Putin, Erdogan y Rohani sostendrán reunión sobre Siria en Rusia

El presidente ruso, Vladimir Putin, se aseguró el apoyo de sus homólogos turco e iraní para reunir en Rusia a representantes del régimen sirio y de la oposición, lo que a su juicio es una «verdadera oportunidad» de poner fin al conflicto que asuela ese país desde 2011.

El jefe del Kremlin, principal apoyo del presidente sirio, Bashar al Asad, había reunido a Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani en la estación balnearia de Sochi (suroeste) para relanzar el proceso de paz después de que el gobierno sirio recuperara gran parte del terreno de manos de los rebeldes y los yihadistas.

Antes de eso había multiplicado los contactos diplomáticos, recibiendo el lunes a Asad en Sochi, en el primer viaje al extranjero del mandatario sirio desde 2015.

También realizó varias entrevistas telefónicas, entre otros con el presidente estadounidense, Donald Trump.

«Se abre una nueva etapa en la solución de la crisis», dijo Putin tras reunirse durante dos horas con sus homólogos.

Los tres presidentes dijeron ser favorables a la celebración de un «congreso» sirio en Sochi, una iniciativa rusa lanzada a finales de octubre pero que no había dado frutos.

«El gobierno acoge favorablemente» la iniciativa, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores sirio mediante un comunicado.

«Siria apoya cualquier acción política que respeta su soberanía y su integridad territorial y contribuya a poner fin a la efusión de la sangre siria», explicó la agencia de noticias oficial Sana.

La idea fue rechazada sin embargo por la oposición, que prefiere seguir con las negociaciones en Ginebra, que se reanudan el 28 de noviembre.

Sangre en las manos

Rusia e Irán, aliados del régimen sirio, y Turquía, que apoya a los rebeldes, son los promotores del llamado proceso de Astaná, la capital de Kazajistán, que ha permitido crear cuatro «zonas de distensión» en el territorio sirio.

Estas medidas han permitido rebajar la tensión en el terreno y reunir en la misma mesa a representantes del régimen y de la oposición para abordar cuestiones militares, en un momento en que las negociaciones de Ginebra estaban en punto muerto.

Pero el principal obstáculo para un acuerdo sigue siendo el futuro de Bashar al Asad, en el poder desde el año 2000 y ahora en posición de fuerza.

Aún hay muchas dudas que rodean la iniciativa rusa de un congreso sirio. Por el momento, no se ha fijado ninguna fecha y Erdogan se mantiene firme en su rechazo a que las milicias kurdas, que controlan una parte del norte de Siria, participen en la solución.

«No podemos considerar a una banda de terroristas con las manos llenas de sangre como un actor legítimo», insistió el presidente turco.

Por su parte, la oposición siria siguen bajo presión para que hagan concesiones. Sus principales facciones se reúnen este miércoles en Arabia Saudita para unificar sus posiciones de cara a las negociaciones de Ginebra, en presencia del emisario de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, quien dijo que el jueves viajará a Moscú.

Concesiones

Rusia, cuya intervención militar dio un vuelco a la guerra, asegura que la fase militar está a punto de terminar y quiere ahora buscar soluciones políticas.

La campaña de ataques aéreos de Moscú ha permitido al ejército sirio recuperar de manos de los yihadistas del Estado Islámico (EI) la ciudad de Palmira y expulsar a los rebeldes de Alepo, uno de sus principales bastiones en el norte del país.

Aprovechando la posición de fuerza de Bashar al Asad, Putin lo recibió el lunes en su residencia de Sochi.

«Una verdadera oportunidad de poner fin a esta guerra civil que data de hace varios años ha aparecido», declaró Putin en su discurso de apertura del encuentro de este miércoles.

«Corresponde al pueblo sirio determinar su propio futuro (…) Es evidente que el proceso no será sencillo y exigirá compromisos y concesiones de todos los participantes, incluido del gobierno sirio», señaló.

Y añadió que su gobierno, el de Teherán y el de Ankara «emprenderán los esfuerzos más activos para hacer que este trabajo sea lo más productivo posible».

El presidente ruso aseguró que Asad estaba dispuesto a llevar a cabo una reforma constitucional y a celebrar elecciones bajo control de la ONU.

«Vemos una perspectiva nueva para el fin de la crisis en Siria», consideró Rohani. «Ya no hay un pretexto para mantener una presencia militar extranjera en el territorio de Siria sin acuerdo del gobierno legítimo de este país».

Se dirigía así a la coalición liderada por Estados Unidos, que lleva a cabo ataques aéreos contra el grupo Estado Islámico sin el acuerdo del régimen sirio, al contrario de los ejércitos ruso e iraní.

(Con información de AFP)

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