Protestan contra criminalización del aborto en Brasil
Proyecto de Ley representa una afrenta a nuestra dignidad al intentar criminalizar a mujeres que tienen derecho al aborto legal
Brasilia, Brasil. Un grupo mayoritariamente compuesto por mujeres protagoniza en la Cámara de Diputados de Brasil el primer acto del movimiento Niña no es madre, en contra de un proyecto que equipara el aborto a crimen de homicidio.
«Penosamente, Brasil es un país inseguro para la vida de las mujeres y las niñas. Este proyecto representa una afrenta a nuestra dignidad al intentar criminalizar a mujeres que tienen derecho al aborto legal», declaró al diario O Tempo la excandidata al gobierno del Distrito Federal (DF), la trabajadora social Keka Bagno.
La también integrante del Frente por la Legalización y Despenalización del Aborto en el DF señaló que la interrupción lícita «es un derecho conquistado desde hace décadas en nuestro país, y que ahora enfrenta el fundamentalismo religioso y el conservadurismo político».
El grupo de reclamantes pretende entregar una carta al presidente de la Cámara baja, Arthur Lira, en la cual solicitan el archivo del Proyecto de Ley (PL) 1904/24.
Una de las principales críticas al texto es establecer una pena más severa para las mujeres que realicen abortos derivados de violación que para los agresores.
La propuesta prevé una pena de seis a 20 años para las mujeres, mientras que la sanción para los violadores varía de seis a 10 calendarios si las víctimas resultan adulta, y de ocho a 12 años en caso de menores de edad.
El aborto es un delito en Brasil, pero hay tres situaciones en las que está permitido.
Son los casos de interrupción legal: anencefalia fetal, es decir, mala formación del cerebro del feto, embarazo que pone en peligro la vida de la mujer encinta y el que resulta de violación.
La timidez, el recelo y la falta de información sobre sus derechos hacen que ocho de cada 10 niñas y mujeres, víctimas de violación en el país, no concurran a la policía o a un servicio de salud después de sufrir agresión sexual.
Sin embargo, nueve de cada 10 brasileños (87 por ciento) estiman que las agobiadas por una transgresión deben tener la opción de abortar, tal y como establece la ley, según un estudio realizado por los institutos Patrícia Galvão y Locomotiva
De acuerdo con Bagno, con el proyecto, una vez más «se intenta legislar sobre el cuerpo de las mujeres y niñas».
A menudo, los principales agresores son padres, padrastros, tíos, hombres en los que estas chicas confían y que usan relaciones de poder y afecto familiar para mantener el secreto de la violencia, denunció.
Insistió que cuando estas víctimas «buscan el derecho al aborto legal, muchas ya están en etapas avanzadas de la gestación, poniendo sus vidas en riesgo».
La iniciativa tuvo su urgencia aprobada de forma relámpago por la Cámara baja el pasado día 12, haciendo posible la votación del contenido principal en pleno.
Ahora Lira anunció que la discusión sobre el proyecto se pospondrá para el segundo semestre.
(Con información de Prensa Latina)