Protestan 51,400 «chalecos amarillos» en Francia

Este movimiento social expresa la verdadera cólera social reinante en este país y es apoyado por 64 por ciento de los franceses

Más de 50 mil «chalecos amarillos» se movilizaron este sábado en toda Francia, una cifra de nuevo inferior a protestas pasadas, y algunos protagonizaron incidentes en ciudades como París, donde un manifestante perdió cuatro dedos una mano por el estallido de un artefacto aparentemente lanzado por la policía.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Interior, en todo el territorio francés se manifestaron este sábado unas 51 mil 400 personas, unas 4 mil de ellas en París.

Según la misma fuente, en las manifestaciones del sábado pasado, el número de personas movilizadas en París había sido de unos 10 mil 500, aunque ese número es cuestionado por los «chalecos amarillos».

Según una estimación realizada por el estudio Occurrence para diversos medios de prensa, incluida la AFP, la semana pasada se habían manifestado unas 13 mil 800 personas.

Los «chalecos amarillos» tienen múltiples reivindicaciones, que van desde una mejora del poder adquisitivo a una mayor justicia social y fiscal, pasando por una democracia más horizontal o la exigencia de referendos ciudadanos.

Más heridos

Como en otras oportunidades, se registraron incidentes y actos de violencia en la capital francesa este sábado, en particular el ocurrido en las proximidades de la Asamblea Nacional en la que un manifestante fue herido gravemente en una mano.

La causa de la herida, según testigos y médicos voluntarios que participaban de la marcha, fue el estallido de una granada de dispersión lanzada por la policía contra los manifestantes.

El hombre fue atendido por médicos voluntarios y seguidamente evacuado por los bomberos con una venda en el antebrazo, según constató un periodista de AFP.

Según un testigo que filmó lo ocurrido, Cyprien Royer, la víctima es un fotógrafo de los «chalecos amarillos» que estaba tomando fotos de la gente empujando las vallas que protegían la entrada del parlamento.

«Cuando los policías quisieron dispersar a la gente, recibió una granada de dispersión en la pantorrilla, quiso darle un golpe con la mano para que no explotara en su pierna, pero cuando la tocó estalló», explicó el testigo a la AFP.

Otros incidentes esporádicos se produjeron a lo largo de la manifestación en la capital francesa, que se dirigía hacia el bulevar Saint-Michel, en pleno centro de París, y en las proximidades de la Torre Eiffel.

La prefectura indicó que hacia las 14h00 [13h00 GMT) diez personas habían sido detenidas en la capital.

Desde hace semanas los manifestantes también han criticado de forma enérgica la peligrosidad de las armas utilizadas por la policía en la represión a los «chalecos amarillos», en especial las granadas de dispersión y el uso de balas de goma, que han causado graves heridas.

Varios cajeros automáticos fueron destruidos por manifestantes este sábado en el centro de París y una decena de automóviles resultados incendiados.

En la red Twitter, el ministro del Interior, Christophe Castaner, denunció los «ataques intolerables», antes lo que expresó su «indignación»

Más «justicia social»

«No damos marcha atrás, queremos ganar para obtener mayor justicia social y fiscal en este país» declaró a la AFP Serge Mairesse, un jubilado de Aubervilliers, en la región parisina, que portaba una pancarta en la que exigía se restableciese el impuesto sobre la fortuna, muy aligerado desde la llegada de Emmanuel Macron a la presidencia, en mayo de 2017.

«Este movimiento expresa la verdadera cólera social reinante en este país» subraya el hombre, de 63 años, que ha participado en casi todas las manifestaciones del movimiento, que es apoyado por 64% de los franceses, según un sondeo divulgado el jueves.

En el resto del país también hubo grandes manifestaciones, en Toulouse, Lyon y Burdeos.

«¡No estamos cansados!» gritaron los manifestantes congregados en Toulouse, bajo un sol primaveral, antes de recorrer el centro histórico de la ciudad.

En Dijon, la manifestación de «chalecos amarillos» avanzó mientras pedía a gritos la renuncia del presidente Macron.

Una manifestante, que se identificó como Nadine, de 55 años, dijo que Macron «no dialoga, apenas hace monólogos».

En tanto, en Lorient, los manifestantes reclamaban del alza en los precios de productos alimenticios ante la reducción de las jubilaciones y pensiones.

Las autoridades registraron alrededor de 1 mil 700 manifestantes en Caen; 1 mil 500 personas en Marsella; aproximadamente lo mismo en Montpellier; unos 1 mil 800 en Metz y entre 1 mil 500 y 2 mil personas en Lille.

(Con información de AFP)

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