Prevalecen en Cuba comicios no democráticos
Los cubanos eligen este domingo a sus autoridades municipales, en unos comicios sin candidatos opositores que conducirán a la elección del sucesor de Raúl Castro en 2018, en lo que sería el primer relevo generacional en casi seis décadas.
Más de 8.4 millones de cubanos mayores de 16 años (en una población de 11.2 millones) fueron convocados a elegir por voto directo y secreto a 12 mil 515 concejales entre unos 30 mil candidatos propuestos a mano alzada en asambleas vecinales, ninguno de ellos miembro de la disidencia.
El presidente Raúl Castro, de 86 años, emitió el sufragio en un colegio electoral del oeste de La Habana, donde conversó con los escolares que custodiaban las urnas y vecinos del lugar, según imágenes difundidas por la televisión cubana.
Por Fidel y contra Trump
Los comicios se celebran un día después de la conmemoración del primer aniversario de la muerte de Fidel Castro, quien puso en vigor en 1976 el singular sistema político-electoral de Poder Popular, que La Habana defiende como «el más democrático y transparente» y la disidencia tilda de «farsa».
Los medios, todos bajo control del Estado, desplegaron una intensa campaña convocando a las urnas, para lo cual emplearon la figura de Fidel.
«Estamos haciendo un voto por la revolución, por la patria, por el socialismo», y «la gente está acudiendo por Fidel», declaró a periodistas el vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, tras emitir su voto en La Habana.
«Estamos dando un mensaje (…) a los que nos quieren hacer cambiar, a los que nos quieren imponer cosas», añadió en referencia al mandatario estadounidense Donald Trump.
Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas en 2015 tras medio siglo de ruptura y enfrentamiento político, pero los nexos volvieron a tensarse con la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Estos comicios son el primer paso del proceso electoral que debe terminar en febrero -en fecha aún por fijar- con la elección del sustituto de Raúl, reelegido en 2013 para su último mandato de cinco años, echando a andar el primer relevo generacional en casi 60 años de gobierno comunista.
Todos los pronósticos apuntan a Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años que, de la mano de Raúl, fue trepando durante tres décadas por los escalones del poder.
Pero el vicepresidente declinó referirse al tema este domingo: «hoy no es un día para hablar de eso».
Sin embargo, nada indica que Raúl dejará la jefatura del gobernante Partido Comunista (PCC, único), principal cargo político del país, antes de su próximo Congreso en 2021. Tendrá para entonces 90 años.
Sin oposición
Aunque diseñado para para perpetuar el sistema socialista instaurado en 1959, el mecanismo electoral permite en teoría que cualquier cubano propuesto en la base pueda llegar al Parlamento, que elige al Consejo de Estado y su presidente.
El Partido Comunista no postula, pero supervisa el proceso, sin dar tregua a la disidencia. El voto no es obligatorio, pero constituye un acto de «reafirmación revolucionaria» y el abstencionismo es mal visto políticamente.
En las municipales de 2015 la oposición logró postular dos candidatos independientes, luego derrotados. Esta vez, tres organizaciones disidentes -OTRO18, Candidatos por el Cambio y el Partido Autónomo Pinero- fracasaron en su intento de nominar unos 550.
Manuel Cuesta, portavoz de OTRO18, explicó a la AFP que el gobierno desplegó «una batería de actos violatorios en todos los casos de la Ley Electoral y la Constitución», que incluyó detenciones temporales y procesamientos jurídicos por diversas causas.
Cuesta subrayó que OTRO18 convocó a sus miembros a «expresar su preferencia en las urnas», lo que incluye, según él, votar en blanco o escribir consignas antigubernamentales en las boletas, para que sean anuladas.
En cambio, Candidatos por el Cambio sugirió a su membresía votar por «los candidatos más jóvenes», porque con «su nuevo pensamiento pueden marcar la diferencia que se necesita para modernizar el país», dijo a la AFP el responsable Julio Antonio Aleaga.
Otro sector de la oposición, que La Habana tacha de «mercenaria», se niega a participar en el proceso electoral para no hacerle el juego al gobierno.
(Con información de AFP)