Pompeo y Szijjarto difieren sobre Rusia y China
«Estamos legítimamente cansados de que nos retraten como teniendo una relación especialmente próxima con Rusia», dijo el húngaro
El secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, advirtió este lunes al gobierno de Hungría por su proximidad con Rusia y China, pero recibió una fría respuesta de su homólogo, Peter Szijjarto.
En una conferencia de prensa en Budapest, Szijjarto criticó lo que denominó una «enorme hipocresía» en las críticas por las relaciones de Hungría, especialmente con Rusia.
Pompeo llegó este lunes a Hungría en la primera escala de una gira europea, y en Budapest pretende disuadir al gobierno del primer ministro Viktor Orban de su aproximación con Rusia.
Durante la jornada, Pompeo mantuvo en Budapest diversas reuniones, incluyendo una con representantes de la sociedad civil, que ven limitado cada vez más su capacidad de operar bajo el gobierno de Orban.
El gobierno de Orban ocupa un lugar particular en la estrategia de Washington en Europa: el primer ministro elogia públicamente al presidente Donald Trump, pero al mismo tiempo es el principal aliado de Rusia dentro de la OTAN.
Por ello, Pompeo alertó: «no debemos dejar que [el presidente ruso, Vladimir] Putin provoque fisuras entre amigos en la OTAN», porque «una Rusia autoritaria nunca será una amiga de la libertad y soberanía de países menores».
En una implícita referencia a la indiferencia con la que el expresidente Barak Obama trató a Hungría, Pompeo dijo que fue Estados Unidos quien permitió la aproximación de Budapest a Moscú y posteriormente a Pekín, «gente que no comparte nuestros valores».
Como parte de ese esfuerzo, Pompeo destacó que los dos países han concluido negociaciones sobre un acuerdo de cooperación en materia de defensa, que permitirá a los militares estadounidenses operar con mayor libertad en Hungría.
Una «gran hipocresía»
Sin embargo, en la conferencia conjunta con Pompeo, el canciller Szijjarto puso de manifiesto que las constantes críticas de Washington y capitales europeas por la relación con Rusia no eran bien recibidas por el gobierno húngaro.
«En lo que se refiere a Rusia, y se lo he dicho al secretario de Estado, hay una enorme hipocresía y corrección política en la arena política europea», dijo Szijjarto, sin esconder su irritación.
El canciller admitió que Hungría depende de Rusia para cubrir el 85% de sus necesidades energéticas, pero recordó que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, también participó de un foro sobre energía en San Petersburgo el año pasado.
«Estamos legítimamente cansados de que nos retraten como teniendo una relación especialmente próxima con Rusia», lamentó el diplomático.
Orban defiende la anulación de las sanciones aplicadas por Europa contra Rusia.
Putin visitó Budapest dos veces el año pasado, y Orban lo recibió de forma cálida en un gesto desafiante hacia los esfuerzos de Washington por impedir esa aproximación.
Washington también ha expresado su preocupación por las crecientes relaciones entre Hungría y China, incluyendo un acuerdo que envuelve al gigante de telecomunicaciones Huawei para desarrollar en el país redes de telefonía celular de quinta generación.
Estados Unidos ha abierto agresivos frente de combate y presión a Huawei, al punto de conseguir que aliados como Canadá y Polonia arresten ejecutivos del gigante chino.
A pesar de las presiones, Hungría ya adelantó que no tiene intenciones de revisar la decisión de firmar los contratos con Huawei por las redes 5G, al punto que críticos apuntan que la preocupación de Estados Unidos dice más sobre preservar su dominio comercial que sobre seguridad.
Preocupación con el rumbo de Hungría
Pompeo también se proponía discutir la expansión de los intercambios entre EU y Hungría para fortalecer la prensa independiente húngara y la capacidad de las instituciones para combatir la corrupción, dijeron funcionarios estadounidenses.
El gobierno norteamericano expresó su preocupación ante recientes decisiones de Hungría, incluyendo la de enviar de retorno a Rusia a dos vendedores de armas en vez de extraditarlos para que enfrenten a la justicia en Estados Unidos.
En ese sentido, la Universidad Central Europea el año pasado trasladó sus programas más importantes fuera de Hungría, después que el gobierno intervino en instituciones de educación consideradas extranjeras.
Esa universidad es financiada por George Soros, el multimillonario húngaro-estadounidense, defensor de algunas iniciativas liberales y cuya imagen es demonizada por la derecha húngara y estadounidense con un discurso que se aproxima al antisemitismo.
(Con información de AFP)