Polémica en Francia sobre vacunación contra covid 19
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que no permitirá una lentitud injustificada en la campaña de inmunización
París, Francia. La marcha en Francia de la vacunación contra la Covid-19 genera cuestionamientos y preocupaciones, también expresadas por el presidente Emmanuel Macron, una semana después del comienzo del proceso.
Antes del 27 de diciembre, cuando una anciana de 78 años llamada Mauricette se convirtió en la primera persona inmunizada del país, la principal polémica residía en el rechazo de los franceses a la vacuna, a partir de dudas sobre su seguridad.
Estos temores parecen ratificarse con una nueva encuesta de Odoxa-Backbone para el diario Le Figaro y la cadena Franceinfo, publicada ayer, que muestra una oposición del 58 por ciento, ocho puntos por encima de los renuentes hace un mes.
La situación actual es mucho más complicada, y de ello se hizo eco Macron el 31 de diciembre en el tradicional mensaje de buenos deseos a sus conciudadanos, intervención en la que insistió en la importancia de la vacuna, a la cual calificó de esperanza, y advirtió que no permitirá una lentitud injustificada en la campaña de inmunización.
Según el semanario Le Journal du Dimanche, las palabras del mandatario son mucho más duras a sus colaboradores, al considerar que el proceso no marcha a la altura del momento ni de las expectativas de los franceses.
‘Yo estoy en guerra mañana, tarde y noche y espero el mismo compromiso (…). Las cosas deben cambiar rápido y fuerte y van a cambiar rápido y fuerte’, habría dicho el jefe de Estado.
Las críticas surgen desde todos los sectores, en especial los profesionales de la salud, con voces como la del profesor Mehdi Mejdoubi, quien comentó que la comunidad médica no comprende por qué Alemania vacuna a 20 mil personas por día y Francia solo a 50.
A este ritmo esperaríamos tres mil años para vacunarnos, estimó por su parte Bruno Megarbane, jefe del Servicio de Reanimación y Toxicología del hospital parisino Lariboisière.
La víspera, el ministro de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari, aseguró que el gobierno acelerará la campaña, de cara a la meta de proteger a 26 millones de personas para el verano.
También la Alta Autoridad de la Salud tomó partido en la polémica, y la presidenta de la Comisión Técnica de Vacunaciones del ente científico, Elisabeth Bouvet, reconoció que la inmunización ‘probablemente requiera un impulso’.
Sin embargo, la experta defendió la estrategia vigente y rechazó el término ‘desastre’, utilizado por algunos para definir la situación imperante.
Seguiremos con la prioridad en las personas más vulnerables y los profesionales de la salud, para continuar con la etapa masiva en cuanto sea posible y tengamos las dosis necesarias, señaló.
Los cuestionamientos también se producen por el hecho de que Francia no cuente con su propia vacuna, a lo que la ministra de Enseñanza Superior, Investigación e Innovación, Frédérique Vidal, respondió este lunes en el canal BFM TV que ‘los laboratorios galos están en la carrera’.
(Con información de Prensa Latina)