Pobreza, corrupción, crimen y guerra civil en Guatemala

En 1954, el presidente Jacobo Arbenz fue derrocado mediante un golpe respaldado por la CIA, al afectar intereses de estadounidenses

Guatemala, que elige a su presidente este domingo, es el país más poblado de América Central, castigado por 36 años de guerra civil, crimen organizado, corrupción y pobreza.

36 años de guerra civil

Bajo dominio español desde 1524, Guatemala se independizó en 1821. En la primera mitad del siglo XX, experimentó una sucesión de dictaduras con breves interludios de legitimidad constitucional.

En 1954, el presidente Jacobo Arbenz, que había promulgado un plan de reforma agraria que expropiaba tierras ociosas y afectaba así contra intereses de la poderosa United Fruit Corporation, fue derrocado por un golpe respaldado por la CIA.

A principios de la década de 1960, se formaron movimientos guerrilleros de inspiración marxista, pero fueron severamente reprimidos por las fuerzas de seguridad. Esto favoreció el surgimiento de grupos paramilitares de extrema derecha organizados por el Ejército y que, al igual que los militares, practicaron políticas de tierra arrasada y provocaron el desplazamiento masivo de poblaciones indígenas.

La guerra civil, que duró 36 años, hasta 1996, dejó 200.000 muertos y desaparecidos (83% pertenecientes a grupos étnicos mayas) y 1,5 millones de desplazados o exiliados.

Altas desigualdades y violencia

La economía más grande de América Central creció 3% en 2018 y en 2019 registra 2,9%, pero sigue siendo uno de los países más desiguales de América Latina con una tasa de pobreza del 59,3% según el Banco Mundial.

De acuerdo a datos de fines de 2018, Guatemala también es uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios de 22,4 por cada 100.000 habitantes, la mitad de los cuales se le atribuyen a las pandillas (maras) y al narcotráfico.

El crimen y la pobreza alimentan una fuerte inmigración hacia Estados Unidos, donde han muerto cinco menores guatemaltecos arrestados por la policía fronteriza desde diciembre.

Presionado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para detener la inmigración ilegal, México se comprometió a reforzar los controles en su frontera con Guatemala.

Trump también presionó a Guatemala para sellar un acuerdo que lo convierte en lo que la Casa Blanca llama «tercer país seguro», y que implica que quienes buscan pedir asilo en Estados Unidos y pasan antes por el país centroamericano deberán presentar allí su solicitud y aguardar el resultado.

Si bien el acuerdo se firmó el 26 de julio, el plan no ha cobrado vigencia debido a una batalla legal en la corte constitucional de Guatemala.

Alrededor de 1,5 millones de guatemaltecos viven en Estados Unidos, de los cuales 300.000 a 400.000 están legalizados, según una estimación oficial. Las remesas provenientes del exterior enviadas por parte de sus nacionales representan 11% del PIB.

Volcanes y «el lago más bello del mundo»

Este país de 108.889 km2 alberga a 17,7 millones de personas que hablan, además del español, 24 lenguas autóctonas, principalmente de origen maya.

Limita con México, Belice, Honduras y El Salvador, y se encuentra localizada en el «Anillo de Fuego del Pacífico», que representa aproximadamente 85% de la actividad sísmica registrada en la Tierra.

El volcán de Fuego tuvo una erupción violenta en junio de 2018, dejando 202 muertos y 229 desaparecidos.

Otros tres volcanes rodean el lago de Atitlán, «el lago más hermoso del mundo», según el explorador, científico y geógrafo alemán Alexander von Humboldt (1769–1859).

Sus habitantes aseguran que inspiró al autor de «El principito», Antoine de Saint-Exupéry, quien se quedó allí después de sufrir un accidente aéreo en 1938.

En sus aguas se han descubierto varios sitios arqueológicos, incluidos los restos de la ciudad de Samabaj, apodada la «Atlántida Maya».

Pero esta zona turística ahora está asfixiada por la contaminación y se teme que termine convertida en una tragedia ambiental como la del Amatitlán, otro lago al sur de la capital.

Premio Nobel

Dos guatemaltecos han recibido el Premio Nobel: en 1967 el de Literatura fue adjudicado a Miguel Ángel Asturias, quien murió en 1974, en tanto que en 1992 el de la Paz fue para la activista de derechos indígenas Rigoberta Menchú.

Otra celebridad originaria de Guatemala es el actor de cine Oscar Isaac, quien se crió en Miami, Estados Unidos, y ha trabajado en producciones de Hollywood como «X-Men: Apocalypse», «Star Wars: The Force Awakens» y «Ex Machina».

Guatemala vota el domingo entre la ex primera dama Sandra Torres y el derechista Alejandro Giammattei, para decidir quién dirigirá los próximos cuatro años el país más poblado de Centroamérica, castigado por el crimen organizado, corrupción y pobreza.

(Con información de AFP)

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