Paz es muy difícil sin mejor distribución de la riqueza

El país andino tiene una de las economías más prósperas de América Latina, pero es uno de los más desiguales del mundo, señala

Santiago de Chile. El presidente chileno Gabriel Boric dijo que sueña para el final de su mandato con un país que devuelva a los ciudadanos y ciudadanas el aporte que hacen a la sociedad, donde se distribuya mejor la riqueza, porque sin ella “la paz es muy difícil”.

Ante miles de personas concentradas frente al Palacio de La Moneda de Santiago, Boric expuso las prioridades de su mandato, alineadas con el hecho de que Chile, siendo una de las economías más prósperas de América Latina, es uno de los países más desiguales del mundo, según múltiples estudios que así lo indican.

El descontento por esa desigualdad fue lo que originó, en 2019, el estallido social que desembocó en la convocatoria de una Convención Constitucional y la llegada del presidente más joven de la historia de Chile al poder.

“Mi sueño es que cuando terminemos nuestro mandato (…) podamos mirar a nuestros hijos, a nuestras hermanas, a nuestros padres, a nuestras vecinas, a nuestros abuelos, y sintamos que hay un país que nos protege, que nos acoge, que nos cuida, que garantiza derechos y retribuye con justicia el aporte y el sacrificio que cada uno de ustedes (…) hacen para el desarrollo de nuestra sociedad”, dijo Boric en su discurso.

Redistribuir la riqueza

“El país necesita crecer para compartir de manera justa los frutos de este crecimiento”, dijo, “porque cuando no hay distribución de la riqueza, cuando la riqueza se concentra solo en unos pocos, la paz es muy difícil. Necesitamos redistribuir la riqueza que producen los chilenos y chilenas”, afirmó Boric.

En esa línea, horas antes del discurso, el nuevo ministro de Hacienda, Mario Marcel, adelantó que una de las primeras medidas que tomará la nueva administración será aumentar el salario mínimo de 350,000 pesos (unos 430 dólares) a 500,000 pesos (620 dólares), como “un compromiso para el horizonte de los cuatro años de gobierno”.

Marcel agregó que durante este primer semestre, el gobierno presentará una amplia reforma tributaria enfocada en la tributación de las personas, recursos naturales e impuestos verdes, ya que con el ajuste del impuesto corporativo de 2014 “ya no hay mucho espacio para aumentar la carga tributaria de las empresas sin que haya un efecto sobre la competitividad”.

Boric, consciente de los retos

El presidente aludió a que le espera una ardua tarea, sobre todo tomando en cuenta que Chile enfrenta un crecimiento económico anémico de 2.5% para este año, según previsiones del Banco Central, tras haber crecido dos dígitos el año pasado, según cálculos preliminares, y una inflación de más del 7% en 2021 que en febrero dio signos de estar bajando, antes de que comenzara la guerra de Ucrania.

“El camino sin duda va a ser largo y difícil, pero hoy los sueños de millones de personas están acá, empujándonos, dándonos sentido para llevar a buen puerto los cambios que la sociedad demanda”, dijo Boric.

“Cometeremos errores, y los deberemos enmendar con humildad, escuchando siempre a quienes piensan distinto y apoyándonos en el pueblo de Chile. Vamos a vivir tiempos desafiantes y tremendamente complejos”, agregó.

También mencionó que desea enfocarse en un crecimiento económico sustentable, con foco en las pequeñas y medianas empresas y en donde no existan “zonas de sacrificio”, o territorios con alta concentración de industrias contaminantes que funcionan cerca de la población.

“Vamos a implementar, con mucha energía, la consolidación de nuestra economía, recuperar nuestra economía sin reproducir sus desigualdades estructurales. Un crecimiento que sea sustentable, nunca más zonas de sacrificio”, afirmó el nuevo mandatario. “Queremos que las pequeñas y medianas empresas que generan valor vuelvan”.

El joven presidente mencionó también en su alocución otros problemas que aquejan al país, como la crisis migratoria en las regiones del norte —fronterizas con Bolivia y Perú— por donde el año pasado entraron más de 50,000 personas de manera irregular, la mayoría procedente de Venezuela, creando un ambiente de tensión por la inseguridad y los pocos recursos disponibles en esas empobrecidas zonas de Chile.

“Vamos a retomar el control de nuestras fronteras y trabajaremos junto a nuestros países hermanos para abordar de manera colectiva las dificultades que conlleva el éxodo de miles de seres humanos, no nos olvidemos nunca de que son seres humanos, por favor”, expresó el mandatario.

Recuerda a Allende

Boric cerró su discurso con una emotiva alusión a las últimas palabras que pronunciara el expresidente Salvador Allende poco antes de morir en La Moneda durante el golpe militar de 1973, al afirmar que: “Como pronosticara hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor”.

Con esto arrancó fuertes aplausos de los asistentes.

Boric, de apenas 36 años de edad, juró al mediodía de este viernes su cargo “ante el pueblo y los pueblos de Chile”, convirtiéndose el presidente más joven en la historia del país y el primero que no forma parte de los dos bloques que han gobernado el país desde el retorno a la democracia en 1990.

En una solemne ceremonia en la sede del Congreso en la ciudad porteña de Valparaíso, recibió los símbolos presidenciales: la banda que le puso el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y la piocha (medalla) de O’Higgins, que lo convirtió oficialmente en el nuevo mandatario.

“Sepan que vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos como país”, fueron sus primeras palabras al salir del Congreso tras la investidura, tras lo cual recorrió las calles de Valparaíso para posteriormente regresar a Santiago, donde recorrió en auto descapotable la Alameda, la principal avenida de la capital, hasta llegar a La Moneda.

Allí fue saludado por decenas de miles de ciudadanos que desde tempranas horas de la tarde se habían ubicado a los costados del recorrido de la caravana presidencial.

Boric asumió el mando ante un nutrido grupo de Jefes de Estado y Gobierno de todo el mundo, entre ellos los presidentes de los países límitrofes, Argentina, Perú y Bolivia, así como el rey de España.

Antes de llegar a la capital e ingresar al palacio presidencial de La Moneda, el joven mandatario lanzó su primer tweet.

Acompañado por su pareja, Irina Karamanos, toda la jornada fue un homenaje simbólico a las mujeres chilenas: juramentó en el Congreso a su gabinete ministerial, en el cual por primera vez hay más hombres que mujeres, el auto descapotable en el que saludó a ciudadanos y ciudadanos fue manejado por una agente de Carabineros (Policía) y su banda presidencial fue elaborada por costureras en un pequeño y modesto taller a las afueras de Santiago.

Para comenzar el día, el presidente eligió desayunar con líderes comunitarios en la residencia presidencial de Viña del Mar y en el Congreso estuvieron como invitados especiales pequeños y medianos empresarios, lo cual provocó molestia en el gremio que agrupa a los grandes grupos del país -bancarios, mineros, constructores, agrícolas, manufactureros-, según reseñó el Diario Financiero, quienes se quedaron fuera de la ceremonia.

Como primer acto del gobierno, horas antes de la juramentación de Boric, las autoridades entrantes anunciaron que retirarían 139 querellas por las que estaban detenidos personas por delitos durante el estallido social de 2019 –saqueos, incendios, destrucción de propiedad– alegando que algunos casos están viciados por irregularidades, como pruebas falsas.

(Con información de Forbes México)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com