Ocho estudiantes de Nicaragua son acusados de terrorismo
Managua, Nicaragua. La Policía de Nicaragua acusó a ocho estudiantes universitarios, uno de ellos el dirigente estudiantil Jonathan López, de realizar actos de «terrorismo» durante las protestas que comenzaron en abril pasado.
Un informe de la policía, divulgado en el portal oficial «El 19» responsabilizó a los detenidos por el incendio de un establecimiento escolar en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en Managua, y de «un sinnúmero de actos ilícitos como robo y asesinato».
Si bien los arrestados no han sido juzgados aún en los tribunales, la policía aseguró que «a los terroristas se les realizaron las pruebas y peritajes correspondientes y se les ocupó armas de fuego de fabricación artesanal e industrial».
En un mensaje de Twitter, la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia, que protagonizó protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, rechazó las acusaciones contra los estudiantes de la UNAN.
El texto confirmó que uno de los detenidos es Jonathan López, de 20 años, estudiante de Economía, miembro de la opositora Alianza Cívica y capturado el domingo en Managua tras una marcha opositora que fue atacada a balazos por policías y paramilitares.
La Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU (OACNUDH) expresó su preocupación por la detención de López e instó al Gobierno a «poner fin a la práctica de arrestos ilegales y liberar a las personas que han sido detenidas arbitrariamente».
La crisis estalló el 18 de abril y se agravó tras la violenta acción de la Policía y paramilitares. El Gobierno contabiliza 200 muertos, aunque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reporta 320 víctimas y ONGs locales elevan la cifra a 512.
Mientras, una encuesta de la firma costarricense Cid Gallup realizada entre mil 200 personas reveló que un 61 por ciento de los nicaragüenses cree que Ortega debe renunciar y un 60 por ciento apoya un adelanto de las elecciones generales de 2021.
El sondeo, efectuado del 6 al 18 de septiembre, indicó que el 57 por ciento de la población cree que la gestión de Ortega es «mala» o «muy mala», frente al 25 por ciento que la apoya. En encuestas anteriores, la popularidad del ex guerrillero de 72 años superaba el 50 por ciento.
En tanto, más de 300 nicaragüenses se manifestaron este miércoles frente a la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, para exigir la renuncia del presidente, a quien calificaron de «asesino» y «dictador».
La protesta fue convocada por el Comité S.O.S Nicaragua New York/New Jersey, después de que se anunciara la participación de Ortega en la Asamblea General este miércoles, cuya asistencia fue posteriormente cancelada.
Envueltos en banderas azul y blanco de Nicaragua y portando globos del mismo color, los manifestantes ovacionaron a los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Jean Carlos López, que llegaron a Estados Unidos tras huir de su país por amenazas de captura.
«Nicaragua no está normal, está en crisis. Tenemos cientos de muertos y de presos y los estudiantes son perseguidos. Daniel Ortega es la raíz de la inestabilidad», dijo Alemán, de 20 años, quien cobró notoriedad por increpar al gobernante a «rendirse» en la primera sesión del diálogo nacional en mayo pasado.
Mientras, en Washington, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense aprobó un proyecto de ley que busca imponer sanciones a miembros del Gobierno de Nicaragua por violaciones de los derechos humanos.
El documento aprobado para ser elevado al pleno de la cámara alta del Congreso estadounidense incluye restricciones a la concesión de créditos a Nicaragua en instituciones financieras internacionales de las que forme parte Estados Unidos.
El proyecto de ley fue impulsado por un grupo bipartidista de legisladores como una fusión de dos iniciativas introducidas en el Congreso, una de ellas conocida como «Nica Act», que persigue que Estados Unidos vete los préstamos que Nicaragua pida en organismos multilaterales.
Consultada por periodistas en Managua, la presidenta de la ONG Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, afirmó que la crisis es muy grave y que «los responsables de todas las sanciones y males que vengan al país son Daniel Ortega y (su esposa y vicepresidenta) Rosario Murillo».
(Con información de La Jornada)