Nuevo revés para May y debate en el Parlamento
Numerosos diputados de la oposición y también de la mayoría gubernamental se oponen al texto que propone la primera ministra
El parlamento británico emprende este miércoles cinco días de tensos debates sobre el acuerdo de Brexit presentado por la primera ministra Theresa May, que la víspera sufrió un nuevo revés de los diputados determinados a evitar una salida brutal de la UE.
Tras ser aplazada en diciembre por el ejecutivo para evitar una estrepitosa derrota, la histórica votación, que debe decidir sobre una de las legislaciones más importantes para el país en el último medio siglo, tendrá lugar el 15 de enero a última hora de la tarde o entrada la noche.
Hasta entonces, los ministros de May se esforzarán por calmar las preocupaciones de los numerosos diputados -de la oposición, pero también de la mayoría gubernamental- que se oponen al texto, un mamotreto de 585 páginas fruto de 17 meses de arduas negociaciones con Bruselas.
Los euroescépticos denuncian que hace concesiones inaceptables a la Unión Europea mientras que los proeuropeos intentan dar marcha atrás y permanecer en el bloque.
La sesión del miércoles se abrirá con la intervención del ministro para el Brexit, el euroescéptico Stephen Barclay, y se cerrará con la del número dos de Downing Street, David Lidington.
Antes, sin embargo, la jefa del gobierno comparecerá ante la Cámara de los Comunes para responder a la habitual sesión semanal de preguntas de los diputados.
La batalla se presenta de nuevo difícil para May, que ya ha recorrido dos años y medio de viacrucis desde que llegó al gobierno en los días siguientes al referéndum de junio de 2016, en que 52% de británicos votó a favor del Brexit, precipitando la dimisión del primer ministro conservador David Cameron.
«La elección que se presenta es este acuerdo o ningún acuerdo o, como desean algunos diputados, anular completamente el resultado del referéndum de 2016», advirtió Lidington el miércoles por la mañana en la BBC.
Temido Brexit sin acuerdo
Antes del inicio del debate, diputados de diferentes partidos prevén presentar una moción que, de ser aceptada, busca obligar al gobierno a presentar un plan B en el plazo de tres días si el acuerdo es rechazado el martes.
Ese plazo es actualmente de 21 días. Y a menos de tres meses de la fecha del Brexit, el 29 de marzo, los diputados intentan impedir que el gobierno «pierda tiempo» poniendo al parlamento ante la disyuntiva de aprobar su texto en una segunda votación o condenar al país a una salida de la UE sin acuerdo, de caóticas consecuencias.
Los legisladores tendrían además la posibilidad de presentar enmiendas a dicho plan B, que podrían ir desde la convocatoria de un segundo referéndum hasta el rechazo de un Brexit sin acuerdo.
Precisamente para impedir esta última opción, que preocupa enormemente a los medios empresariales británicos, el martes por la noche 303 diputados -frente a 296- aprobaron una enmienda a la Ley de Finanzas que dificultaría fiscalmente la implementación de las medidas necesarias para una salida brutal de la UE.
El ejecutivo de May, que tras ser acusado de «desacato» al parlamento en diciembre se vio obligado a publicar cientos de páginas de informes legales «confidenciales» sobre el acuerdo de Brexit, volvió a sufrir así una derrota significativa, gracias a que 20 diputados conservadores votaron con la oposición.
Este nuevo golpe tuvo lugar después de que el domingo 209 diputados de varios partidos mandasen una carta a la primera ministra pidiéndole que «garantice que no habrá un Brexit sin acuerdo».
En lo que algunos denuncian como una estrategia para aumentar la presión sobre el parlamento, el gobierno está llevando a cabo operaciones muy mediatizadas de preparación para esa eventualidad.
Así, el lunes un centenar de camiones congestionaron y descongestionaron una carretera del sur de Inglaterra, en su ensayo de los monstruosos atascos en los puertos británicos que provocaría el repentino restablecimiento de los controles aduaneros.
Ante la proximidad de la fecha del Brexit y la previsión de que el acuerdo negociado por May sea rechazado, crece también la especulación sobre la posibilidad de pedir un aplazamiento a la UE.
«Estamos convencidos de que Theresa May pedirá un aplazamiento tras el rechazo del acuerdo en el parlamento británico, pero ella no lo dice, ni públicamente ni en sus contactos con los interlocutores europeos», dijo a la AFP una fuente diplomática en Bruselas.
(Con información de AFP)