Merkel y la «extraña» campaña electoral en Alemania
Después de unas largas vacaciones, Angela Merkel entró por fin, el sábado, en campaña para las elecciones legislativas alemanas del 24 de septiembre, en las que parece imbatible.
En Dortmund, en el oeste del país, la dirigente conservadora aprovechó la invitación del ala social de su partido, la CDU, para vertebrar su intervención con el empleo, mientras que la salud del mercado de trabajo alemán la alienta a creer que logrará un cuarto mandato consecutivo.
Defendiendo su balance, marcado por una reducción a la mitad del número de parados desde 2005, la dirigente recalcó el objetivo del «pleno empleo para 2025», es decir, una tasa de desempleo por debajo del 3%. «Creo que podemos conseguirlo», aseguró la canciller democratacristiana, utilizando una expresión parecida a la que utilizó al enfrentar el desafío de acoger a cientos de miles de migrantes en 2015.
Relajada, con un traje gris, Merkel se mantuvo fiel a sí misma y apenas detalló las medidas pensadas para alcanzar ese objetivo, que figura en el programa económico de la alianza conservadora CDU-CSU anunciado a principios de julio.
Se hizo alusión a la posibilidad de reforzar el acompañamiento de los parados de larga duración (más de un año), de los que hay más de un millón en Alemania.
La defensora de la economía social de mercado justificó, además, la intervención de la política para regular el mercado de trabajo y evitar abusos.
Escudo y garante
Cuán lejos está el principio de 2017 cuando su rival socialdemócrata, Martin Schulz, parecía capaz de aguarle la fiesta. Hoy, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel lidera las encuestas de intención de voto con entre el 37 y el 40%, frente a entre el 23 y el 25% para el Partido Socialdemócrata (SPD).
Y eso que el líder del SPD no ha escatimado esfuerzos para desmarcarse de la canciller -con quien su partido gobierna en coalición-, multiplicando las propuestas para luchar contra las desigualdades sociales, recorriendo las calles del país y encadenando las entrevistas.
Schulz trató de resucitar la campaña acusando a Merkel de atentar contra los principios democráticos al rechazar el combate.
«Una canciller que no dice a los electores lo que piensa hacer falta a su deber y pone en peligro el futuro de nuestro país», dijo en una entrevista con el semanario Der Spiegel.
Pero no lo logró. El comentarista Heribert Prantl consideró en el diario Süddeutsche Zeitung que, a pesar de que la «suficiencia» de Merkel plantea un problema para el debate democrático, Schulz «da la impresión de estar ofendido. Es el niño que se lamenta porque su amiguita del parque no quiere jugar con él».
La canciller aparece además como un escudo, una garante de la estabilidad y del orden en un mundo que cada vez preocupa más. Y la economía alemana va bien, con un crecimiento sólido y una tasa de desempleo baja.
Por lo que incluso Martin Schulz tiene que admitir que la canciller no debe ruborizarse por su gestión.
«Está claro que Angela Merkel tiene muchos méritos. Sí, es verdad, Alemania va bien», reconoció el expresidente del Parlamento Europeo a Der Spiegel antes de agregar sin embargo que «eso no quiere decir que todo el mundo en Alemania vaya bien».
Para muchos observadores, lo que está en juego el 24 de septiembre es si Merkel formará otra vez una coalición con el SPD, si será de nuevo el turno de los liberales del FDP o si esta vez serán los Verdes los que entrarán en el gobierno.
‘No debe abandonar’
Sin embargo, algunos, como Bela Anda, exportavoz del excanciller Gerhard Schröder, quieren creer que el SPD tiene todavía una carta que jugar y recuerdan que en 2005 la CDU de Merkel solo ganó de 0,7 puntos después de haber tenido 18 puntos de ventaja en los sondeos a seis semanas de los comicios.
Anda insta por tanto al candidato socialdemócrata a «pelear». «Sobre todo no debe abandonar. Todo lo contrario. Debe informar a todo el mundo: ¡quiero dar la vuelta a la situación!», escribió en el diario sensacionalista Bild.
Schulz puede consolarse también con la caída de popularidad de 10 puntos de Merkel esta semana, aunque la canciller conserva 59% de opiniones favorables.
(Con información de AFP)