Marcha Negra por la brutal invasión de EU a Panamá en 1989

Ciudad de Panamá. A 35 años de la invasión militar de Estados Unidos en Panamá, integrantes de la tradicional Marcha Negra en esta capital reclamaron hoy justicia por los caídos, otras víctimas inocentes y sus familiares.

Desde el barrio mártir de El Chorillo, arrasado por los bombardeos el 20 de diciembre de 1989, uno de sus pobladores, el doctor Carlos Smith señaló a Prensa Latina que la consigna Prohibido Olvidar es hoy más vigente que nunca.

Smith catalogó el vil ataque como una brutal agresión, además innecesaria, que como pueblo no lo merecíamos ni solicitamos y cuyos responsables, el Gobierno de Estados Unidos, deben ser sancionados.

Por su parte, el secretario general de la Central Nacional de los Trabajadores de Panamá (CNTP), Alfredo Graell, indicó que la fecha tiene un profundo sentimiento patriótico, pues la resistencia popular se hizo saber ante la presencia de más de 26 mil soldados invasores, en una injustificada ofensiva que sembró la muerte y heridas hasta el momento sin sanar.

“Los que llamaron e invocaron la nefasta invasión para establecer el poder oligárquico y hoy todavía ostentan, gobiernan, la historia no los va a reparar y deberán ser enjuiciados como traidores a la patria», remarcó.

Desde el parque Belisario Porras, en esta capital, otro de los puntos donde partieron caminatas hacia la emblemática plaza 5 de mayo en las inmediaciones del Parlamento, el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marco Andrade, rechazó el llamado la víspera del presidente de la República, José Raúl Mulino, a reflexionar sobre estos acontecimientos.

El gobernante prácticamente bendijo la invasión, dijo, al evocar esos hechos y lo que el llamó como el inicio del fin de una dictadura, lo que calificó como una conducta indigna de un panameño.

«Los verdaderos patriotas, que queremos al pais, seguimos en la lucha necesaria para lograr la verdadera independencia, por eso es importante que las nuevas generaciones, desde la escuela, las organizaciones sindicales y los medios de comunicación no olviden esa historia y la sangre derramada para el bien de la nación», subrayó.

En la jornada las autoridades gubernamentales realizaron los actos protocolares en el capitalino cementerio Jardín de Paz, donde el canciller Javier Martínez-Acha se comprometió a cumplir con la ley que establece el 20 de diciembre como Día de Duelo Nacional.

Entre los pendientes, según dijo, está la construcción de un monumento de recordación de los caídos del 20 de diciembre en el barrio de El Chorrillo.

También se establece que el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República deberá levantar la estadística de cuántos panameños perecieron en la invasión.

La denominada Causa Justa, cuyos objetivos expuestos eran acabar con la supuesta dictadura y capturar al exgeneral Manuel Antonio Noriega, restaurar la democracia y dar bienestar al pueblo, lo que en realidad trajo fue la muerte, sobre todo en barrios humildes como El Chorrillo, en esta capital, y en la provincia de Colón.

Además de las pérdidas humanas, esta agresión ocasionó la destrucción de gran parte de la infraestructura del istmo, dejando a miles de personas sin hogar.

Entonces las tropas norteamericanas probaron armamento sofisticados para la época, además que no hicieron el menor esfuerzo por limitarse a blancos militares y evitar daños a las vidas y bienes de la población civil.

(Con información de Prensa Latina)

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