Llega la Navidad con más disturbios en Hong Kong
Tras algunos días de tensa calma, grupos de radicales enmascarados salieron anoche a las calles y ocuparon centros comerciales
Beijing, China. En vez del tradicional entorno festivo por estas fechas, Hong Kong recibió hoy la Navidad en medio de las revueltas violentas que desde junio causan grietas sociopolíticas y amenazan la prosperidad e imagen internacional de ese territorio chino.
Tras algunos días de tensa calma, grupos de radicales enmascarados salieron anoche a las calles y ocuparon centros comerciales con acciones tan violentas que obligaron a la policía a proceder con medidas antidisturbios para dispersarlos.
Según los reportes, distintos puntos de la región administrativa especial nuevamente registraron incidentes como el bloqueo de avenidas con barricadas e incendios, destrucción de bancos y tiendas, interrupción en el servicio de metro y confrontación con los uniformados cuando se intentaba poner fin a la agitación.
‘Estos actos rompen seriamente el orden social, afectan el ambiente festivo y impiden a otros ciudadanos disfrutar de la temporada navideña. Son indignantes’, denunció el gobierno local en un comunicado.
Deploró y calificó de inconsistente e inconstitucional un llamado de algunos sectores a la denominada ‘independencia de Hong Kong’, al enfatizar en que esa conducta no se corresponde con los intereses de la sociedad.
Asimismo, urgió a la policía a tomar las medidas consecuentes pues hay planes de más revueltas para esta jornada y para Año Nuevo.
Desde hace más de seis meses en la llamada Perla del Oriente estallaron protestas de rechazo a una ley de extradición -ya eliminada- que buscaba cubrir lagunas legales aprovechada por algunos criminales.
Pero las manifestaciones mutaron a ser disturbios que mantienen bajo tensión la vida socioeconómica y la prosperidad de uno de los centros financieros y comerciales más dinámicos del mundo.
Según reconocieron las propias autoridades, con el descontento salieron a flote muchas problemáticas políticas, económicas y sociales como los altos precios de las viviendas, la distribución de la riqueza y oportunidades al público de opinar sobre las decisiones estatales, entre otras.
Los manifestantes exigen, además, la liberación de los apresados, sufragio directo, investigar la conducta policial y dejar de denominar las marchas como disturbios.
El panorama genera particular inquietud porque peligran los principales pilares del crecimiento de Hong Kong.
La agitación cerró el grifo del amplio flujo de capital que entra a un lugar posicionado como indiscutible destino gourment y paraíso de las compras para millones de turistas, sede de importantes eventos internacionales y sitio oportuno para el emprendimiento.
Tanto el gobierno local como el de China continental denuncian una agenda secesionista apoyada por fuerzas externas y la constante injerencia de Estados Unidos y Europa.
Beijing mantiene firme apoyo a la administración hongkonesa en el manejo de la crisis, pero considera la situación muy compleja y al borde de un punto crítico para el principio de Un país, dos sistemas, el cual está resuelto a proteger.
(Con información de Prensa Latina)