Llega el papa a Irlanda en plena tormenta por abusos del clero
El papa Francisco llegó este sábado a Irlanda para cerrar el Encuentro Mundial de las Familias, pero el tema en torno al cual girará su visita será el de los interminables abusos del clero.
El avión del papa aterrizó a las 09H26 GMT en Dublín. A su llegada, el pontífice fue recibido por el ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Simon Coveney.
Su viaje número 24 al extranjero ocurre en un momento muy peligroso para la Iglesia católica, sacudida la semana pasada por las sórdidas revelaciones de abusos sexuales del pasado en Estados Unidos y por una serie inédita de renuncias recientes de jerarcas sospechosos de aplicar la ley del silencio en Chile, Australia y Estados Unidos.
Durante su visita de dos días, el papa desea «recordar el lugar esencial de la familia en la vida de la sociedad y la construcción de un futuro mejor para los jóvenes», afirmó en un mensaje por video difundido antes de su llegada.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, advirtió que no se puede esperar de un viaje tan corto un «cambio cultural» que va más allá, dijo, de la Iglesia.
«Hay evidentemente un problema cultural. En la Iglesia, pero no solamente en ella, lo vemos mucho en la sociedad. Es un problema cultural y la Iglesia asumirá su responsabilidad, son pecados muy graves», aseguró el viernes en declaraciones a la cadena pública irlandesa RTE.
«Creo que lo primero que hará el papa es reconocer (el problema)», añadió. «En cuanto a pasar a la acción, se producirá. Pero no será algo de un día para otro».
El papa Francisco presidirá el sábado el Encuentro de las Familias, en el estadio Croke Park de Dublín, donde se esperan más de 80 mil personas, y celebrará el domingo la misa de cierre del evento en el parque Phoenix de Dublín, en la que se espera la participación de medio millón de fieles.
Sus seis discursos previstos serán escrutados de cerca en torno al tema sensible de los abusos perpetrados por la Iglesia irlandesa. El papa se entrevistará discretamente con víctimas de abusos sexuales el sábado o el domingo.
Desde 2002, más de 14.500 personas se declararon víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Irlanda.
El enorme escándalo de pederastia en el estado norteamericano de Pensilvania, revelado la semana pasada, incitó el lunes al papa Francisco a difundir una carta sin precedentes a los 1.300 millones de católicos del planeta.
En la misiva reconoce que la Iglesia no estuvo a la altura y que «descuidó y abandonó a los pequeños», y lo «que se puede hacer para pedir perdón nunca será suficiente», dijo. Además llamó a que haya «cero tolerancia» al respecto.
«La carta del papa menciona por primera vez el abuso sexual como un crimen, algo atroz, y se refiere a las prácticas de ocultamiento», se congratuló ante la AFP la septuagenaria irlandesa Marie Collins, víctima a los 13 años de abusos sexuales de un sacerdote. «Pero no da indicaciones concretas sobre lo que el papa desea hacer realmente para que los responsables rindan cuentas».
En 2017, Collins prefirió abandonar la comisión antipedofilia encargada de aconsejar al papa, al considerar que los actos no responden a las palabras firmes del pontífice.
«No al papa»
Al margen de la visita del papa están previstas manifestaciones de protesta.
Miles de internautas irlandeses llamaron en Facebook a «decir no al papa» boicoteando la misa de Phoenix Park, al reservar centenares de entradas que esperan no utilizar.
De manera paralela, una marcha se llevará a cabo en las calles de Dublín, hasta el «Jardín del recuerdo».
En Thuam (oeste), una velada se realizará en memoria de los 796 bebés muertos entre 1925 y 1961 en el albergue católico de las hermanas de la Buena Ayuda y que fueron enterrados en una fosa común.
«La visita del papa es muy dolorosa para muchos sobrevivientes (de abusos). Despierta viejas emociones: vergüenza, humillación, desespero, furia», declaró Maeve Lewis, directora de la asociación One in Four, que ayuda a las víctimas.
«Es un fin de semana de emociones encontradas», resumió el ministro de Sanidad irlandés, Simon Harris, en Twitter. «Para muchos, entusiasmo [por ver al papa]; para otros, un sentimiento de dolor», escribió.
La Iglesia ha perdido influencia en la sociedad irlandesa en los últimos años.
La misa del papa Francisco también debería atraer tres veces menos fieles que durante la visita de Juan Pablo II en 1979, la última visita pontificia al país.
Desde esa fecha, la proporción de católicos en una población de cerca de cinco millones de habitantes pasó de más de 90% a menos de 80%.
En el plano político, Irlanda legalizó el matrimonio homosexual en 2015, eligió a un primer ministro gay, Leo Varadkar, en 2017, y autorizó en mayo el aborto.
Varadkar prometió que abordará con el papa, a quien recibirá después de mediodía, los abusos cometidos por el clero irlandés y abogará por la causa de las familias gays y monoparentales.
(Con información de AFP)