Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong, la polémica
Estipula 10 años de prisión hasta cadena perpetua en casos de terrorismo, secesión, subversión del Estado e intromisión foránea
Beijing, China. La aprobación e inicio del proceso para implementar la ley de seguridad nacional en Hong Kong fue el tema destacado en el acontecer noticioso de la semana que cierra en China con la detención de cientos de manifestantes en la isla.
El martes la Asamblea Popular Nacional de China (parlamento) aprobó por unanimidad la norma, horas después el presidente Xi Jinping firmó el correspondiente decreto y entró en vigor a las 23:00, hora local, de ese mismo día.
Consta de seis capítulos y 66 artículos, y estipula entre 10 años en prisión hasta cadena perpetua para sancionar la organización y ejecución de actos de terrorismo, secesión, subversión del poder del Estado y de intromisión foránea.
También se propone asegurar mejores condiciones para el desarrollo local sin afectar los derechos y libertades de la población ni los intereses de los inversores extranjeros en concordancia con la ley.
La entrada en vigencia de la herramienta coincidió con el aniversario 23 del retorno de Hong Kong a China el 1 de julio, y ese día a 10 de las 370 personas arrestadas durante protestas allí, se les impuso cargos por incurrir en actos que prohíbe la legislación.
El Consejo de Estado (gabinete) completó las juntas directivas de la oficina y el comité que velarán por la implementación de la norma.
La primera entidad se encargará de recolectar datos de inteligencia, investigar casos criminales considerados especiales y ejercer la jurisdicción sobre ellos.
Contará con autoridad para trabajar con todas las instituciones del Gobierno central asentadas en la región sureña, incluido el comisionado de Relaciones Exteriores y el cuartel del Ejército Popular de Liberación.
Mientras, el comité tiene la tarea de manejar los asuntos de seguridad nacional como estipula la referida legislación.
Durante la semana, China remarcó su oposición y advirtió de respuestas contundentes a pronunciamientos y acciones injerencistas de Occidente, principalmente de Estados Unidos y Reino Unido, respecto a su decisión en Hong Kong.
En contraste, más de 70 países apoyaron el derecho soberano de Beijing a proteger su integridad territorial e intereses de desarrollo.
Analistas y medios locales de prensa coinciden en que la ley de seguridad nacional abre las puertas a un nuevo comienzo en la zona e ilustran esa afirmación con el desmembramiento de los principales grupos opositores y retiro de la política de sus líderes poco después de su aprobación.
De hecho, la consideran un segundo retorno de Hong Kong a China y la construcción de una base sólida para recobrar y cimentar la estabilidad tras más de un año de agitación que también dejó fisuras en las relaciones de muchos hogares y la economía familiar.
(Con información de Prensa Latina)