La “emergencia nacional” de Trump en la frontera sur
“Vamos a confrontar la crisis de seguridad nacional en nuestra frontera sur”, declaró el presidente de EU en la Casa Blanca
Nueva York. Ante lo que llamó “una invasión”, Donald Trump declaró una emergencia nacional y con ello conseguir los fondos que le negó el Congreso para su muro en respuesta a una crisis fronteriza inventada por él mismo.
A la vez, el mandatario estadunidense agradeció al gobierno de México por su cooperación para enfrentar las “caravanas” que buscan llegar a este país.
Ante su fracaso de conseguir los más de 5.7 mil millones para su muro en el presupuesto federal recién aprobado -el Congreso sólo asigno mil 375 millones- el mandatario realizó una maniobra extraordinaria que líderes demócratas y otros opositores denunciaron como inconstitucional y un abuso del poder ejecutivo: declaró la emergencia nacional que le permite usar otros fondos del presupuesto para su muro.
En total, Trump intentará destinar casi 8 mil millones para la construcción o reparación de barreras a lo largo de unos 370 kilómetros.
“Vamos a confrontar la crisis de seguridad nacional en nuestra frontera sur”, declaró en la Casa Blanca. “Dicen que los muros no funcionan. Los muros funcionan al 100 por ciento” y no sólo señaló -a pesar de que los datos oficiales lo contradicen- el ejemplo de El Paso, sino el de Israel, para respaldar su afirmación.
En un discurso sinuoso y desordenado que abordó varios temas no relacionados, regresó otra vez al punto: “Entonces vamos a firmar hoy … una emergencia nacional. Y es una gran cosa hacerlo porque tenemos una invasión de drogas, una invasión de pandillas, invasión de personas y es inaceptable”.
De nuevo insistió en que las drogas ilícitas no ingresan por los puertos de entrada oficiales, a pesar de que su propia DEA y otras agencias oficiales (y hasta ex narcotraficantes como los testigos en el juicio de El Chapo) dicen lo opuesto.
Afirmó: “hemos desbaratado dos caravana que están en camino… tenemos otra más que aún no hemos logrado desbaratar”.
Fue en torno a este tema donde agradeció el trabajo conjunto con México. “De hecho, hemos trabajado con México mucho mejor que antes. Deseo darle las gracias al presidente. Quiero darle las gracias a México… Pero quiero nada más agradecerle al presidente porque nos ha estado ayudando con estas caravanas monstruosas que han ido subiendo. Tuvimos una que era de más de 15 mil….”.
Logró auto elogiarse mientras argumentó por frenar la inmigración: argumentó que una consecuencia del auge económico que él ha logrado en Estados Unidos es que todos quieren venir a su país, “Tenemos a más gente intentando ingresar a nuestro país hoy día que, probablemente, nunca antes. Y hemos hecho una tarea increíble en frenarlos, pero es un número masivo de gente. Si tuviéramos el muro sería fácil (detenerlos)”.
Y después, en respuesta a preguntas de los medios, dijo algo que contradijo todo su argumento de que esto es una “emergencia nacional”.
“Podría hacer el muro durante un periodo más largo de tiempo, yo no necesitaba hacer esto, pero prefiero hacerlo más rápido”. De inmediato, opositores señalaron esto como prueba de que no existe ninguna “emergencia”.
A la vez, repitió su afirmación de que “el dinero para el muro está llegando, no directamente, pero indirectamente” del nuevo tratado comercial con México y Canadá, ya que Estados Unidos se beneficiaría con el nuevo pacto.
Y ante preguntas de reporteros sobre la veracidad de sus argumentos de la “crisis” en la frontera – algunos señalaron que, según las propias agencias de su gobierno, el ingreso de inmigrantes indocumentados está en su punto más bajo en décadas como también los índices de violencia en la frontera y que el ingreso de drogas no es por lugares remotos, Trump interrumpió insistiendo en que sus estadísticas eran las correctas, y atacó a un reportero de CNN afirmando que “tu pregunta es una pregunta muy política, porque tienes una agenda, tú eres CNN, son fake news….” y rehusó responder a otro periodista sobre de dónde sacaba sus estadísticas.
Trump señaló que estaba preparado para las demandas judiciales que se interpondrán para congelar su declaración de emergencia, y pronosticó que aunque esperaba perder en los tribunales inferiores, ganaría al final ante la Suprema Corte.
Por cierto, un torrente de denuncias y anuncios de demandas legales por parte de una amplia gama de organizaciones de defensa de libertades civiles, de inmigrantes y legisladores demócratas brotaron inmediatamente después de su anuncio.
La presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi y el líder de la minoría demócrata en el Senado Charles Schumer calificaron la declaración de emergencia como “ilegal” al anular el poder exclusivo del Congreso de controlar el gasto federal, y avisaron que tomarán acción en la legislatura como en los tribunales para oponerse a la medida. Afirmaron que “la declaración ilegal sobre una crisis que no existe hace gran violencia a nuestra Constitución. El Congreso no puede permitir que el presidente triture la Constitución”.
El Comité Judicial de la cámara baja anunció que está investigando la declaración de emergencia de Trump.
Varias organizaciones nacionales como la Unión Americana de Libertades Civiles anunciaron su intención de interponer demandas contra la declaración de emergencia.
Otras agrupaciones como MoveOn e Indivisible anunciaron una serie de protestas a través del país. En Nueva York, manifestantes bloquearon una calle frente a un hotel de Trump, con algunos coreando “Trump es la emergencia”. Hubo algunos arrestos.
Mientras tanto, como parte de su maniobra hoy, Trump promulgó el gasto federal de 33 mil millones -incluyendo 23 mil millones para las agencias de inmigración (ICE) y protección fronteriza (CBP)- la inversión más grande registrada para esas dos agencias- evitando así una repetición de la clausura parcial del gobierno que él mismo provocó al exigir fondos para su muro. Después se subió a su avión para pasar el fin de semana jugando golf en Florida.
(Con información de la Jornada)