Jubilados de EU, bajo alarma ante la difusión del Covid 19

Un reporte de la Organización Mundial de la Salud indica que la tasa de mortalidad en mayores de 80 años es de 21.9 por ciento

Florida, a veces apodado “el estado más gris” de Estados Unidos porque muchos ancianos vienen a retirarse aquí atraídos por el clima subtropical, tiene por ello una alarmante concentración de personas en el grupo de mayor riesgo por el coronavirus.

En Fort Lauderdale fallecieron tres ancianos que vivían en un centro de vida asistida, según informaron autoridades y la prensa local el martes. El condado de Broward, donde queda esta ciudad al norte de Miami, se está convirtiendo en el epicentro del coronavirus en Florida.

“Todo es una incertidumbre porque no sabemos cómo va a acabar, ni qué tan malo será”, dice Anita Lammersdorf, una lituana-estadounidense de 80 años que aún trabaja como agente de bienes raíces.

Recibe a la AFP en el umbral de la puerta de su casa, entre las orquídeas y flores de Pascua que prosperan en este clima y a cuatro metros de los periodistas, como sugieren los expertos.

Además de tener un marcapasos, no padece otras enfermedades que le causen temor en caso de contagio. “Espero estar lo suficientemente fuerte para enfrentarme a ese tipo cuando venga”, dice, hablando del COVID-19.

Lammersdorf se retiró en Delray Beach, 50 Km al norte de Fort Lauderdale, luego de haber pasado buena parte de su vida en la capital, Washington, y en Venezuela.

Como ella, muchos jubilados del resto del país y del exterior eligen este estado del sureste de Estados Unidos como su lugar de retiro. Otros viven aquí cuatro o cinco meses al año para esquivar el invierno del norte. Se los llama “aves migratorias”, porque vienen buscando el calor.

El resultado es que Florida tiene la mayor proporción de personas de tercera edad en Estados Unidos: 20,5% de su población tiene más de 65 años, según un estudio del Population Reference Bureau de 2019.

El año pasado, esta tendencia fue superada levemente por el estado de Maine, donde 20,6% de sus 1,3 millones de habitantes tiene más de 65 años. Pero Florida tiene una población total de 21 millones y 1,1 millones de ellos tienen 80 años o más.

“La demografía de Florida es bastante única dentro del país. Tenemos una enorme proporción de personas que son mayores de 50 años”, dice Jeff Johnson, director de Florida para la AARP, una organización sin fines de lucro que ayuda a las personas mayores de 50.

Algunos residen en hogares de ancianos, pero la gran mayoría son independientes y viven en comunidades diseñadas especialmente para personas de la tercera edad.

Se trata de grandes vecindarios -o mini ciudades- con campos de golf, canchas de tenis, tiendas en cuyas vitrinas se exponen pantuflas y batas, y clubs sociales donde los vecinos se reúnen para jugar bridge, leer poesía o hacer manualidades.

Estas llamadas “comunidades para mayores” suelen imponer un límite de edad para sus residentes –nadie menor de 55 años puede mudarse allí– y sus calles muchas veces tienen canales especiales no para bicicletas, sino para carritos de golf, que es el medio de transporte favorito de los ancianos floridianos.

Floridianos en riesgo

Ahora todos ellos son las personas más vulnerables al nuevo coronavirus, que ha provocado el cierre de fronteras y el confinamiento de millones de personas en todo el mundo.

El riesgo de muerte es bajo, excepto para personas con problemas de salud y para los mayores de 60 años.

Un reporte de la Organización Mundial de la Salud indica que la tasa de mortalidad en mayores de 80 años es de 21.9%.

“Hay floridianos en todo el estado que están en estas categorías de riesgo”, dice Johnson a la AFP. “Tenemos grandes bolsillos de poblaciones de gente que se ha retirado aquí de otras partes del país, pero otros han vivido siempre aquí”.

“Y si bien hay decenas de miles en hogares de ancianos, hay millones de otros floridianos que viven relativamente felices en sus comunidades. Obviamente tenemos que prestarles atención también”, añade.

En una comunidad residencial para mayores de 55 en Pompano Beach, vecino a Fort Lauderdale en el condado de Broward, dos canadienses de Quebec buscan tomarlo con buen humor. Son dos “aves migratorias” en torno a los 70 años.

“Esto va a ser largo y será importante, muy importante”, dice Denise Bedard. “Pero tenemos buena salud y nos lavamos las manos como hay que hacer”.

Las autoridades de Florida ordenaron restringir las visitas a los hogares de ancianos y las comunidades como la de Bedard están tomando por su cuenta medidas de distanciamiento.

Florida tenía hasta este martes de noche 216 residentes diagnosticados de COVID-19. La mayoría están en Broward. Seis han muerto.

“Sólo queda esperar. Pero estoy preocupada. Estoy preocupada por todo el mundo. Tratando de ser lo más cuidadosa que puedo”, dice Lammersdorf.

(Con información de AFP)

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