Israel responde con fuerza a una lluvia de cohetes desde Gaza
El ejército israelí bombardeó intensamente las posiciones de Hamas en Gaza el jueves de madrugada en represalia por una lluvia de cohetes, en una nueva escalada de hostilidades que costó la vida a tres palestinos, incluidas una mujer embarazada y su bebé.
Entre el miércoles por la tarde y el jueves por la mañana cayeron en territorio de Israel más de 180 cohetes y obuses de mortero procedentes de la Franja de Gaza, a los que la aviación israelí respondió bombardeando más de 150 instalaciones militares de Hamas, el movimiento islamista que gobierna este territorio palestino, según cifras el ejército israelí.
Tres palestinos murieron en estos bombardeos israelíes, según los servicios de salud de Gaza.
Una mujer embarazada, Enas Jamash, de 23 años, y su hija Bayan, de 18 meses, perdieron la vida en un bombardeo que alcanzó Jafarawi, en el centro de Gaza, informaron los servicios de emergencia gazatíes precisando que el marido de la víctima resultó herido.
El tercer palestino muerto fue identificado por Hamas como Ali Ghandur, un miembro de la rama armada del movimiento. Otros doce palestinos resultaron heridos en el enclave, que desde 2008 ha sido escenario de tres guerras con Israel.
Tras esta nueva noche de hostilidades, Hamas y los grupos armados palestinos aliados anunciaron su decisión de cesar los disparos de cohetes contra Israel hacia mediodía (09H00 GMT).
«Consideran terminado este episodio de escalada», afirmó un miembro del mando conjunto. Un responsable de Hamas confirmó el cese de los disparos.
Tensiones exacerbadas
La mayoría de los cohetes cayeron en zonas deshabitadas de Israel y más de 30 fueron interceptados por los sistemas antimisiles israelíes, indicó el ejército. Pero algunos cayeron en la ciudad israelí de Sderot, según la policía y el ejército.
Una tailandesa de unos 30 años fue alcanzada en el vientre el jueves por la mañana y «su vida está en peligro», afirmó Yohanan Paizer, director del hospital de Beersheva.
Otras tres personas resultaron heridas por esquirlas, precisaron los servicios de emergencia. Veintiuna fueron tratadas en estado de shock y ocho fueron hospitalizadas.
El jueves, tras el amanecer, las sirenas de alarma seguían sonado en las localidades israelíes fronterizas con este territorio palestino enclavado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo.
Estos nuevos enfrentamientos tiene lugar en un momento en que Israel y Hamas mantienen conversaciones indirectas por mediación de Egipto y la ONU para establecer una tregua duradera.
«Estoy profundamente alarmado por la escalada de violencia entre Gaza e Israel, y en especial por los numerosos cohetes lanzados hoy hacia localidad del sur de Israel», declaró en un comunicado el enviado especial de la ONU Nickolay Mladenov, que lanzó un llamado a la moderación.
Israel y Hamas matienen desde la guerra de 2014 un muy tenso alto el fuego, que con regularidad se ve puesto a prueba por actos hostiles de ambas partes de la valla fronteriza israelí que cierra herméticamente la frontera.
Los disparos palestinos se produjeron al día siguiente de la muerte de dos miembros de las brigadas Ezedin al Qasam, la rama armada de Hamas, en un bombardeo israelí en el norte de la Franja de Gaza. Hamas amenazó entonces con «hacer pagar el precio» al Israel.
El 30 de marzo comenzaron manifestaciones masivas contra el bloqueo israelí y para exigir el derecho de retorno de los palestinos que fueron expulsados de sus tierras con la creación de Israel, en 1948.
Las tensiones se vieron exacerbadas por el traslado, el 14 de mayo por Estados Unidos, de su embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Esta decisión que rompió con décadas de consenso internacional coincidió con un baño de sangre en el que más de 60 palestinos murieron a lo largo de la valla fronteriza.
Desde el 30 de marzo, el fuego israelí ha acabado con la vida de al menos 165 gazatíes. Un soldado israelí también murió en esos enfrentamientos el 20 de julio, por primera vez desde 2014.
(Con información de AFP)