Insisten chilenos en contar con una nueva Constitución

Tras casi un mes de protestas, el saldo es 22 muertos, miles de heridos y considerables daños al comercio y varios edificios patrimoniales

Las fuerzas políticas chilenas buscaban este miércoles un acuerdo sobre cómo reemplazar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, una opción que se consolida como una de las grandes apuestas para descomprimir la crisis en Chile que se extiende por casi un mes.

Con 22 muertos, miles de heridos y considerables daños al comercio y varios edificios patrimoniales, el estallido social arrastró al peso chileno a su menor valor tras cotizarse en 794.97 unidades por dólar.

La estrepitosa caída llevó este miércoles al Banco Central a anunciar la inyección de 4 mil millones de dólares, para «mitigar eventuales tensiones» en los mercados financieros, «al combinarse los acontecimientos sociales recientes con la menor liquidez que usualmente se observa en la última etapa del año».

En la misma línea, el Índice de Precios Selectivos de Acciones (IPSA), principal referencia de la Bolsa de Santiago, cayó este miércoles 2.96%.

Al cabo de una de las jornadas más violentas desde el inicio de las protestas, la noche del martes el presidente Sebastián Piñera ratificó su propuesta para cambiar la Constitución que se ha mantenido en 30 años de democracia, sin que prosperara ningún proyecto para reemplazarla. Ese día murieron otras dos personas, una en un atropello en medio de las manifestaciones y otra en un incendio tras un saqueo.

Pero si bien existía consenso en cambiar la carta fundamental, su fórmula todavía divide a las fuerzas políticas, que la tarde de este miércoles se reunieron en la sede del Congreso en un intento de alcanzar un gran acuerdo sobre este tema.

El gobierno de Piñera propuso hacer el cambio dentro del marco de la «institucionalidad democrática, pero con una clara y efectiva participación ciudadana, y con un plebiscito ratificatorio».

Pero no mencionó la realización de una «Asamblea Constituyente», como pide la oposición y agrupaciones gremiales.

«Nos parece imprescindible que la gente sea protagonista», ratificó este miércoles el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde. La víspera, 14 partidos de la oposición, entre ellos el PS, el Partido Comunista y la Democracia Cristiana, además de la izquierda radical agrupada en el Frente Amplio, firmaron una declaración conjunta en la que piden una Asamblea Constituyente.

La llamada «Mesa Social», que reúne a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), gremios de la salud pública y empleados fiscales, le dio un «ultimátum» al gobierno y amenazó al gobierno con convocar un paro indefinido si no acepta la Asamblea Constituyente.

Durante esta jornada, el mandatario sostuvo una serie de reuniones con distintos grupos de la sociedad civil, gremios y organismos sociales en busca de una salida política a esta crisis, que mantiene semiparalizado al comercio, la educación y otras actividades como el fútbol, cuyos jugadores resolvieron este miércoles no jugar un duelo amistoso frente a Perú la próxima semana.

Y mientras la política tomaba protagonismo este miércoles cedieron las protestas callejeras. Un pequeño grupo de personas se reunió en la Plaza Italia de Santiago, epicentro de las manifestaciones.

Partidarios del gobierno, divididos

Si bien era una concesión impensada hasta hace pocas semanas, la propuesta constitucional de Piñera tampoco lograba consenso en su coalición política.

El expartido del mandatario, Renovación Nacional, apoya un «itinerario constitucional que deje conforme a todos», y pide «flexibilizar posiciones». Pero la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido más grande de la coalición, afirmó que no estaba disponible a «negociar» mientras no ceda la violencia.

Aprobada en 1980 en un cuestionado plebiscito, la Constitución fue considerada un traje a la medida para que el régimen de Pinochet y los sectores conservadores pudieran mantener su poder, incluso más allá del fin de la dictadura en 1990. Hoy es señalada como el origen de las inequidades y la distancia de la clase política con la sociedad.

Su ideólogo, Jaime Guzmán, fue asesinado por un comando de izquierda en 1991.

El último intento por reemplazarla tuvo lugar durante el último gobierno de la socialista Michelle Bachelet (2014-2018), pero no prosperó.

Día violento

Piñera entregó su mensaje el martes, en medio de una de las jornadas más violentas en casi un mes de protestas, que se inició con barricadas y terminó con incendios, saqueos y fuertes choques con la policía en el centro de Santiago y varias ciudades del país.

Un balance policial de este miércoles arrojó 340 policías heridos en enfrentamientos y 146 manifestantes.

Un civil falleció, además, en la ciudad de Calama (norte) «producto de un accidente de tránsito en una manifestación», y durante la tarde la Fiscalía confirmó que se encontró un cadáver mientras bomberos efectuaba la remoción de escombros en un supermercado de Arica (norte), lo que incrementó a 22 el número de fallecidos de este estallido social.

(Con información de AFP)

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